La Tanda Extendida, establecida para un oportuno incremento de los servicios que brinda el sistema escolar público, se queda corta todavía en contenidos para preocupación de quienes siguen de cerca y con críticas constructivas la marcha de la educación. El reto de su comienzo era llenar el tiempo adicional con actividades que diversificaran el acceso de los alumnos a aprendizajes a través de talleres de artes y artesanías, pasando de lo teórico a lo práctico con programas bien concebidos. Parecía claro que el personal que convertiría en fructífero el horario vespertino estaba disponible en otros ámbitos y entidades del quehacer cultural y técnico y bastaba con contratarlos.
El ingreso de talleristas no ha llenado expectativas. Por demás no puede pretenderse que el personal docente a cargo del programa matutino en los planteles sea el que se ocupe del alumnado en horas de la tarde bajo presiones que disminuirían la calidad de su trabajo. Es necesario que las escuelas de la primera fase en el sistema completen un proceso innovador que facilite, tempranamente, en los estudiantes el desarrollo de aptitudes y la identificación de talentos y vocación en adelanto a las materias y profesiones a cursar después. El espacio de ocio improductivo debe ser ocupado, incluso, por ejercicios físicos, deportes, tareas de repaso y aquellos sanos y pedagógicos entretenimientos que faciliten la asimilación de ideas.

Hacia la mejor alternativa

República Dominicana tiene posibilidades de reducir paulatinamente y a buen paso su dependencia de combustibles fósiles. El intenso astro rey derrama sin compasión sus rayos sobre el territorio nacional a ser transformados en electricidad; el viento es de consistente intensidad para la energía eólica por muchos lugares. Exitosos proyectos son realidad en ambos campos y vienen más. Falta aprovechar por completo el agua que puede mover turbinas en represas. Toneladas de desechos orgánicos servirían para producir gas. Un mayor aprovechamiento de la energía renovable sería de doble beneficio al disminuir importaciones que requieren dólares y porque también se reducirían emisiones dañinas al ambiente que en este medio se han multiplicado. Solo el parque automotor que no para de crecer, emite residuos tóxicos sin control a la atmósfera.