Datos muestran más consecuencias del choque EE. UU.-China

Datos muestran más consecuencias del choque EE. UU.-China

BEIJING — La asociación más grande del mundo de profesionales de la tecnología se abstuvo de excluir de algunas de sus actividades a los empleados del gigante tecnológico chino Huawei, la compañía en el centro de una disputa comercial entre Washington y Beijing.

Mientras tanto, nuevos datos difundidos el lunes mostraron más consecuencias del choque entre las dos economías más grandes sobre los superávit comerciales de China y sus esfuerzos por buscar la tecnología avanzada.

Sondeos hechos a fabricantes de toda la región en mayo mostraron que la confianza empresarial se vio sacudida por la justa entre Estados Unidos y China por las demandas del presidente Donald Trump para que Beijing cambie su estrategia de planificación industrial y encuentre otras formas de corregir el desequilibrio comercial.

Una encuesta privada, el índice de gerentes de compras de manufactura de Caixin, o PMI, para China se mantuvo estable en 50,2 en mayo, justo por encima del nivel 50 que distingue entre expansión y contracción. Pero la confianza de los negocios se redujo a su nivel más bajo desde que comenzó la serie en abril de 2012. El índice oficial PMI sobre manufactura, publicado el viernes, se hundió a uno de los niveles más bajos en tres años.

La mayor parte de la ira de Trump sobre el comercio se dirigió a China, dada su importancia para la fabricación mundial y su creciente destreza tecnológica. Pero la semana pasada, el presidente generó más incertidumbre al decir que impondría aranceles del 5% a las importaciones mexicanas a partir del 10 de junio si los mexicanos no hacen más para detener la migración de centroamericanos a Estados Unidos.

Eso sería un duro golpe para algunos fabricantes que usan México como base de producción, como los fabricantes de automóviles.

En tanto, Huawei Technologies, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones y la segunda empresa de teléfonos inteligentes del mundo, dijo el lunes que no tenía comentarios sobre un anuncio del IEEE acerca de permitir que los empleados del gigante chino y sus afiliados participen en su proceso de publicación como revisores y editores.