Nueva York.- El primera base dominicano David Ortiz está teniendo la mejor temporada ofensiva de toda su carrera y para ello hay una razón muy simple: una buena salud. El toletero ha podido mantenerse en el terreno de juego y lo que está haciendo es sorprendente, encabezando la Liga Americana en jonrones, dobles y empujadas.

“Las lesiones se han alejado”, dijo Ortiz al ser entrevistado parar ell diario HOY antes del partido del jueves entre los Medias Rojas y los Yanquis de Nueva York, en el Yankee Stadium.

Ortiz reconoce que ha recibido su oportunidad con los Medias Rojas, pero además está manteniendo un estricto plan de trabajo para tener éxito en las mayores.

“Estoy trabajando fuerte. Ese ha sido el punto principal para mejorar mi juego”, señaló Ortiz, quien tiene un promedio de bateo de .306 con 21 cuadrangulares y 76 empujadas en lo que va de la temporada.

HACIA EL JE

Ortiz se encuentra un poco incómodo con las Grandes Ligas ya que su nombre fue dejado fuera de la boleta de votación para el Juego de Estrellas, y debido a esto no ha figurado entre los más votados para el clásico de mitad de temporada.

Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que sea incluido en el roster estrellas si el dirigente de los Yanquis Joe Torre, quien tiene la responsabilidad de escoger los reservas, decide extenderle una invitación.

“Merezco estar en el Juego de Estrellas”, dijo tajantemente el nativo de Haina. “Creo que mis números son buenos para estar en el Juego de Estrellas, pero es algo que se escapa de mis manos. Es difícil, solo tengo que esperar a ver lo que sucede”.

Ortiz elogió el trabajo realizado por los Yanquis durante la serie que finalizó el pasado jueves, destacando que el equipo “se ha reagrupado después de haber perdido las primeras dos series contra nosotros”.

Habló también de la labor del estelar Pedro Martínez, de quien dijo que finalmente está consiguiendo todo lo que se propone.

“Este es el Pedro que nosotros conocemos”, enfatizó Ortiz.

Con la barrida del mediados de semana, los Medias Rojas cayeron a ocho juegos y medio de los Yanquis en la difícil División Este de la Liga Americana.