MLB.com. FORT MYERS, Fla.  Por unos cuantos momentos durante la temporada muerta, David Ortiz pensó lo impensable.

“No voy a mentirles”, dijo Ortiz en su primer día de su 10mo. entrenamiento de primavera con los Medias Rojas.

“Sí, en un momento pensé que ya no volvía. Este equipo estaba buscando un gerente, un dirigente, otras cosas y les tomó tiempo ponerse de acuerdo. Después de eso, fueron por los jugadores. Fue un poco loco, pero lo lograron y aquí estoy”.

Después que los Medias Rojas promovieron a Ben Cherington al puesto de gerente general y contrataron a Bobby Valentine como dirigente, se aseguraron que el Big Papi regresara para otra temporada de palos desde el medio de la alineación.

Y Ortiz no solo está de vuelta sino que es el veterano de más tiempo en la organización. Tim Wakefield se retiró la semana pasada y Jason Varitek estaría siguiéndole los pasos pronto.

Así que Ortiz, de 36 años, luego de su mejor temporada en un tiempo, pasa a ser el viejo sabio del club.

“Llegué al clubhouse y fue un poco raro no verlos aquí”, dijo Ortiz. “Hablé con Wake el otro día y tuvimos una buena conversación y creo que está contento con lo que hizo. Le dije que estaba muy contento por haber sido su compañero y que le deseaba lo mejor. También traté de hablar con Varitek pero no lo encontré. Solo quería saber cómo le estaba yendo”.

En medio de todo eso, durante su conferencia de casi 30 minutos, a Ortiz le preguntaron varias veces sobre los incidentes con el pollo frito y la cerveza que supuestamente era consumida por los lanzadores en el clubhouse, mientras el resto del equipo luchaba por ganar partidos en septiembre.

“Sí, en un momento eso llamaba la atención”, dijo Ortiz.

¿Trataste de hacer algo al respecto?

“Sí, creo que lo hice. Creo que sí”, dijo Ortiz. “Pero yo hago las cosas de una forma diferente. Cuando hablo con los muchachos del equipo no quiero parecer su papá ni nada parecido. Trato de que entiendan de que es un amigo, un hermano el que le está hablando. Por eso mi comunicación es mucho mejor con ellos. Tuve una buena relación con todo el mundo en este equipo.

Ortiz admite que ser una figura de autoridad no es necesariamente algo que quiera hacer.

“No es mi trabajo andar atrás de nadie”, dijo Ortiz. “Solo soy un empleado, como cualquier otro. No soy la niñera de nadie. Estoy hablando con otro hombre como yo. Hay una diferencia entre ser un líder del equipo y ser una niñera”.

Ortiz lo plantea como que el problema se va a resolver desde adentro. También piensa que el nuevo dirigente Bobby Valentine debe ayudar bastante a que lo que estaba mal vuelva al lugar al que se necesitaba para poder ganar. 

Las frases

David Ortiz

Sí, en un momento pensé que ya no volvía. Este equipo estaba buscando un gerente, un dirigente, otras cosas y les tomó tiempo ponerse de acuerdo. Después de eso, fueron por los jugadores. Fue un poco loco, pero lo lograron y aquí estoy”.

Cuando hablo con los muchachos del equipo no quiero parecer su papá ni nada parecido”.