“David Ortiz nació para batear ”

“David Ortiz nació para batear ”

Cuando tenía apenas 13 años de edad, David Ortiz ya era un muchacho grande, que alcanzaba los 6’0” de estatura, recuerda su entrenador de aquella época, Pedro Daniel.
Pero tenía un problema, y es que se ponchaba mucho mientras jugaba.

“Muchos de los muchachos, algunos de ellos más grandes que él, lo relajaban y decían que ese ‘manilo’ no iba a batear nunca, pero yo sabía que el talento estaba ahí”, recuerda Daniel al conversar con el Hoy.

Daniel desde temprano vio en Ortiz el talento que hoy lo mantiene como un futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, con sus 534 cuadrangulares, tres anillos de campeón, además de un premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial y otro de la Serie de Campeoanto.

“David nació para batear, eso se veía en cada swing que él hacía, era algo fluido y aunque al principio cogió su lucha para tomar el ritmo, los que lo veíamos, sabíamos que él iba a brillar”, agregó el preparador de talento.

El tiempo le ha dado la razón a Daniel, quien afirma que no solo era un asunto de puro talento, sino también de un hambre enorme por hacer el trabajo.

“David era un muchacho incansable, trabajaba muy duro y no había forma de que no lo hiciera. A veces le daba trabajo levantarse en la mañana, pero después de ahí, no paraba”, recordó.

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