David Ortiz, nuestro orgullo

David Ortiz, nuestro orgullo

Ese muchachón grande y fornido de Haina, la misma patria chica de los hermanos Alou, se abrió paso en el mundo del béisbol y hoy está en la más exclusiva élite de ese deporte. ¡Un hecho extraordinario!

Triunfaron su talento y su perseverancia.

David Ortiz es hoy uno de los 27 jugadores de béisbol que en toda la historia de las Grandes Ligas han bateado 500 jonrones o más. Miembro por derecho propio del “Club de los 500 jonrones”. En este exclusivo grupo hay otros cuatro talentosos dominicanos: Sammy Sosa, Manny Ramírez, Alex Rodríguez y Albert Pujols.

Hace poco, otro beisbolista de primer rango, Pedro Martínez, fue elevado al máximo templo de ese deporte, el Salón de la Fama de Cooperstown. Otro ejemplo de talento y perseverancia.

Antes, don Juan Marichal, el inigualable lanzador de las piernas elevadas, había llegado al salón de los más grandes del béisbol. Otro ejemplo de talento y perseverancia.

La hazaña del muchachón grande y fornido de Haina nos enorgullece a todos, nos llena de inmensa alegría y nos reitera que los dominicanos tenemos suficientes talentos para triunfar aquí y fuera de aquí.

Felicitamos, pues, a nuestro gran David Ortiz. Y también nos felicitamos nosotros los dominicanos.

Mucho cuidado con el “Oncológico”

Un buen día, el entonces presidente Leonel Fernández dispuso la construcción de un nuevo hospital para alojar el Instituto de Oncología Heriberto Pieter. Otro día, después de levantada la moderna edificación y diseñados los modernos equipos tecnológicos, el mismo presidente decidió que el  centro no se le entregaría al “Oncológico”. Ejerció un derecho. Pero ahora parece que las autoridades quieren asfixiar al mejor hospital del cáncer con que cuenta el país, probado en 68 años de vida. Ojalá que la sociedad dominicana no permita que le despojen  de este patrimonio.  El nuevo hospital, que trabaje, que luche, que se gane sus méritos, sin monopolio.

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