El ex pelotero David Ortiz aprovechó el escenario de los Premios Soberano, en el turno para la entrega de la estatuilla, para pedir el cese de los feminicidios en la República Dominicana, problemática que a su juicio se ha convertido en una epidemia entre los dominicanos.
En las palabras del «Big Papi», como también es conocido, «estamos matando» al único ser que, después de Dios, nos da la vida».
En ese sentido, realizó un llamado a la sociedad dominicana a que respete a la mujer en vía de que se detenga esta práctica que tanto daño ha hecho en el país.
En su intervención, al inmortal del deporte tocó la entrega del Premio Soberano a la presentadora de televisión Pamela Suez, quien expresó su agradecimiento por ser doblemente premiada, en referencia a que la estatuilla había sido entregada por la estrega del béisbol.
Basta de lamentos. Mientras que posteriormente, en la continuidad del espacio para llamar la atención sobre este tema, tomó la palabra la conductora Nasla Bogaet, quien se hizo acompañar en el escenario de todas las mujeres presentes.
En ese momento, y en un tono reverente de parte de todos los presentes, expresó que este es el mejor momento para construir el camino que lleve al cese de la violencia, pero de manera juntos.
«Porque eso no es un asunto de colores, de género, de título, de estatus…, esto se logra en unidad, educando, comunicando. Tal vez en este momento, lamentablemente solo podemos exigir justicia por las que ya no están, sin embargo, podemos hacer bastante por las que aún estamos», dijo.
Sostuvo que para estos casos cada acto cuenta, cada gesto, cada acción. «Juntos podemos lograr mucho más. Este es un momento histórico para nosotros, porque estamos viendo avances, pero tenemos que advertir. Porque los que quieren matar el futuro son menos, no los dejamos ganar», significó.
Enfatizó, en su mensaje ante el público, que al mal se le trabaja con el bien. «Hoy esta noche estamos aquí para compartir y para celebrar; para reconocer el trabajo bien hecho, pero esto precisamente nos compromete, porque dar la espalda a esta realidad también significa un acto cruel, cobarde y criminal», dijo Bogaert.