David Ortiz dijo que temió lo peor cuando se lastimó el hombro izquierdo al tirarse de cabeza en segunda base el vienres. “El primer día, cuando se enfrió el brazo, pensé que no iba a jugar más este año”, dijo Ortiz. “Así de mal me sentí”.

El diagnóstico inicial demostró lo contrario. Ortiz siguió haciendo swings el lunes y no se descarta que vuelva tan pronto como hoy.

Ortiz reportó que todavía siente dolor en la coyuntura    pero indicó que ha habido mejoría en cada uno de los últimos dos días.

Sobre Pedro

Pedro Martínez tiró su segundo juego simulado el lunes y no tuvo problemas en materia de salud.

“Todo salió bien”, dijo Omar Minaya, añadiendo que el estelar de los Mets hizo todos sus pitcheos.

Martínez trabajó tres entradas, haciendo 50 lanzamientos, la misma cantidad que hizo en su primer juego simulado el 3 de julio.

Los Mets dijeron inicialmente que Martínez, quien se recupera de una lesión del hombro, iría más lejos si necesitaba un segundo juego simulado, pero se mantuvo con la misma cantidad de lanzamientos y de entradas trabajadas.

Tambien Sosa

 Sammy Sosa dejó algo perfectamente claro el lunes en la noche: no está dispuesto a tomar el reloj de oro y salir del edificio callado.

Los Rangers oficialmente celebraron la entrada de Sosa al club de los 600 el sábado y al hacerlo, parecía una fiesta de despedida.

Sosa estaba en mala racha. La fecha de cambios se acercaba y todavía se acerca. Jason Botts sigue quemando la Liga de la Costa del Pacífico.

Y todo esto obligaría a los Rangers a tomar decisiones difíciles y delicadas sobre el futuro de Sosa.

Si ese es el caso, Sosa se dejó sentir el lunes.

“Me encantaría terminar mi carrera aquí”, dijo. “Pero no soy el que toma la decisión. No quiero ir a ningún sitio, pero si pasa, pasó”.