Davos: ¿Dónde estamos? ¿Qué hacemos?

Davos: ¿Dónde estamos? ¿Qué hacemos?

Simplemente así de perdidos y confundidos parece estar la élite económica mundial que, como cada año, se acaba de reunir en las frías alturas de los Alpes suizo. Quizás esas muy bajas temperaturas no les ayuda a comprender las manifestaciones del brutal calentamiento de la economía mundial.

En Davos se concentran al comienzo de cada año los más altos ejecutivos del planeta: hombres de negocios, empresarios, financistas y estadistas. Ya el pasado año habían señalado el peligro de que una crisis – que ubicaban su origen en la economía norteamericana, y al menos en eso tuvieron razón – se extendiese por el mundo. En aquel momento concluyeron solicitándole a la Administración norteamericana que actuase con seriedad y enfrentase el brote de crisis que se originaba en su economía.

Los asiduos lectores recordarán que hace casi un año publiqué aquí un artículo que titulé: CRISIS OR NOT CRISIS (parafraseando el célebre “to be or not to be” de Shakespeare) en el que alertaba que aunque parecía que algunos no se habían enterado había una crisis severa en el horizonte que ya se manifestaba en la sociedad norteamericana aunque el Jefe de la Administración seguía diciendo que “todo estaba bien” y que los “fundamentos de la economía eran sólidos”, Ya comprobamos que sí, como el BANINTER.

Sin embargo, los ahora nuevamente reunidos en las alturas suizas reconocen que han estado por las nubes: los expertos se equivocaron el pasado año cuando no supieron visualizar lo que les venía encima y, ahora, siguen tan perdidos que no son capaces de poder decir en qué momento nos encontramos realmente de la debacle y qué más puede venir. No son capaces de pronosticar qué duración podemos esperar que tenga la crisis ni qué intensidad adicional puede alcanzar. ¿Podrán encontrar el camino de regreso? En verdad, han demostrado, muchísimos de ellos, qué gran servicio prestarían a sus países y a la economía mundial si se quedaran esquiando en aquellas alturas.

Si no son capaces de prever qué más va a pasar y porqué tiempo, ¿cómo podrán restaurar la confianza en sus economías para marginar incertidumbre que tanto daño hace a una economía?

En algo estuvieron de acuerdo: prácticamente casi todas las grandes economías se encuentran ya en recesión.

Difícilmente las llamadas economías emergentes y demás del mundo llamado en desarrollo no sufran los embates y coletazos de este huracán que arrasa las economías centrales. El pronóstico de crecimiento mundial para el 2009 de tan solo el 0.5 % resultaría, si realmente se alcanza, el más bajo de posguerra, en casi 70 años.

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