Dax Shepard se sube a una moto con Michael Peña en CHIPS

Dax Shepard se sube a una moto con Michael Peña en CHIPS

Los Ángeles.  Dax Shepard tenía solo 2 años cuando la popular serie «CHiPs» («Patrulla motorizada») con Erick Estrada y Larry Wilcox comenzó a transmitirse por NBC y 8 cuando terminó.

Del programa recuerda el sol de California, las motocicletas, la diversidad (en su natal Detroit no había muchos latinos); era como ir de vacaciones todas las noches en el horario estelar.

Pero el programa se había perdido en su memoria hasta hace poco, cuando estaba buscando en Google cómo escribir Poncherello para un chiste en un guion que estaba escribiendo y descubrió una fotografía en la que se veía «bastante chévere». De pronto imaginó algo más: un «CHiPs» al estilo de «Lethal Weapon» («Arma morta«) o «Bad Boys» («Dos policías rebeldes»).

Más allá del cambio en la puntuación, la nueva «CHIPS» dista mucho de la «CHiPs» que se transmitió en los años 70. La serie apta para toda la familia se transformó en una película dirigida al público adulto que se estrena el viernes en Estados Unidos.

Varias cintas basadas en series de TV han seguido la misma tendencia. «21 Jump Street» y su secuela, así como «Miami Vice», entraron con éxito al terreno de la clasificación R (menores de 17 años deben ir acompañados de un padre o representante adulto), al igual que lo hará en el verano la nueva versión de «Baywatch» («Los guardianes de la bahía»).

Pero «CHIPS» no iba a ser así al principio. Cuando Shepard firmó un contrato para escribir, dirigir y actuar en la adaptación, su visión era la de una película para adolescentes y adultos con un presupuesto de 45 millones de dólares. Pero esto se redujo a 25 millones, así que Shepard insistió en que fuera para adultos.

«Generalmente me gusta ver películas con clasificación R y creo que uno debe hacer lo que quiere consumir, aunque es muy tentador hacer algo que uno cree que la gente quiere ver», dijo en una entrevista reciente en una cafetería del barrio angelino de Los Feliz.

Shepard llegó corriendo al lugar con una taza de té matcha y disculpándose por su tardanza. Es padre de dos niños de 2 y 4 años y había pasado toda la noche despierto con el menor, y además tuvo que reemplazar un calentador de agua mientras su esposa, la actriz Kristen Bell, estaba fuera de la ciudad.

«La gente no suele traer su propio matcha aquí, ¿verdad?», le preguntó a una de las empleadas, que negó con la cabeza. Shepard se rió y pidió otro.