De“Black Water”, de“jo/ll/ita” y de “erario público”

<P>De“Black Water”, de“jo/ll/ita” y de “erario público”</P>

En la página 30 de “Diario Libre”, lunes 15 de abril en curso, me doy con este título: “BlackWater”. Es el encabezamiento de un artículo que trata acerca de la obra del investigador y periodista Jeremy Scahill, ganador del premio Polk y quien actuó como reportero en Irak, Yugoslavia y Nigeria.

En su obra “BlackWater”, de 447 páginas, enriquecidas con unas 100 notas, detalla cómo un grupo de ejecutivos privados orquestó “un plan para crear el ejército de mercenarios más poderoso” del planeta. Entre los auspiciadores de ese ejército se encuentran Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa, y Dick Cheney, ex vicepresidente de los Estados Unidos”.

Black – Water es un sintagma ánglico o sea, un enlace del inglés. Se forma, primero un adjetivo (Black), y a continuación se enlaza con un sustantivo. En español la frase significa “Agua Negra”, primero el sustantivo /agua/ y luego el adjetivo /negra/. En inglés, es el orden contrario. Es el uso en uno y en otro idioma. La construcción en inglés: “Black – Water”, es singular. Si se tratare de plural, bastaría con colocar una /s/ al final del sustantivo “water”, porque, en principio, el número gramatical del sustantivo impone la idea al adjetivo. Basta con marcarlo en el sustantivo: Water/s/:

“The policeman”: el policía.

“The policemen”: los policías.

“The word”: la palabra.

“The words”: las palabras.

 “Black Waters”: las aguas negras.

 En inglés el artículo /the/ no varía en ninguno de los casos, ni en singular, ni en plural, a diferencia de nuestro idioma, que decimos:

/el/ hombre,

/los/ hombres.

“/La/ mujer”,

“Las mujeres”.

Esta partícula la hacemos variar en género y en número:

El /la

Los/ las

Los / les

Otro caso se puede leer en el artículo de marras, muy interesante por cierto. Lo recojo de inmediato:

… un día antes de los atentados del 11 de septiembre de ese año, cuando en el marco de una reunión con las autoridades del Pentágono y representantes de empresas encargados de fiscalizar los jugosos contratos de defensa, Rumsfeld se destapó con este jo/lli/ta…”

Me basta con citar “jollita”.

La edición vigésima segunda del Diccionario de la Real Academia Española, año 2001, ofrece solamente con doble /ll/ interna la palabra  /jollín/, masculino, voz coloquial, que significa ‘gresca’ jolgorio, diversión bulliciosa’.

Contrariamente, del sustantivo, /joya/ con /y/ griega, el DRAE informa que proviene del antiguo francés “joie”, hoy “joyau”: ‘adorno de oro, plata o platino, con perlas o piedras preciosas o sin ellas, usado especialmente por las mujeres’.

El uso de la /y/ griega, para hacer derivaciones se inicia aquí en /joya/ y concluye en /joyosa/.  Total: nueve vocablos, pero nada implica el caso con doble /ll/ para referirse a /joya/, una consideración ortográfica errónea.

Otras dejamos /erario público/:

“Bush ha gastado cientos de millones del “erario público” en la construcción de un ejército paralelo”.

/Erario/, del latín aerarius o aerarium. Fue antiguamente un adjetivo que se refería al ‘contribuyente’ o  ‘tributario’. Hoy el DRAE coloca la segunda acepción con el significado de “Hacienda Pública”. Por tanto, basta con decir “con los fondos del erario”. Y nada más.    

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