De acentos fantasmas/de capaz/media/y de concordancias

De acentos fantasmas/de capaz/media/y de concordancias

De una colaboración reciente en este cotidiano, pude entresacar estos tres casos: – Uno de concordancia entre sustantivo en plural y al adjetivo que lo acompaña, en singular;

– Otro con trastorno en empleo irregular de un /capaz/ no pertinente en el enlace con adjetivos que no conciertan en el uso desacertado; y

– Una tilde fuera de lugar, colocada en una sílaba inadmisible.

Veamos:

La colaboración de marras trata, y creo que logra hacernos entender que “la trascendencia político–social de Juan Bosch descansa en la articulación de un pensamiento, de una motivación y de una esperanza que, marcó más de una generación”. Ésta es la entrada o lo que podría ser el primer párrafo o parte de éste. Hablamos así porque la economía de espacio en la prensa armada da lugar a recortes, a sustituir el punto y aparte hasta convertirlo en punto y seguido y cambiar el párrafo y en seguida convertir el párrafo siguiente en parte del párrafo anterior y trastornar así la idea central que diferencia el contenido de ambas partes o párrafos no similares.

En el desarrollo de la colaboración se expone: [… Juan Bosch trascendió en dejar dos instrumento/s/ políticos…].Instrumento/s/ en plural y polític/o/ en singular. Usado así, rompe con la concordancia, asunto de alta significación en el régimen y sintaxis de la lengua española. Es decir, faltó la /s/ al final del adjetivo político(s).

Otro caso (segundo) lo encontraremos en lo siguiente: […un partido de pequeños burgueses en su /capaz/ media y baja]. En realidad, este capaz/ no se compadece en el sintagma /capaz media y baja/. Capaz remite a capacidad, no a un enlace o modificación con /media/ y /baja/, adjetivaciones que resisten al encuentro con otro adjetivo: capaz, que proviene del latín/ capax–capàcis, que significa ‘cabeza’, y su definición como ‘apto, con talento o cualidades para algo’, entre varias significaciones en español.

Esto entraña que no se ha empleado en forma válida: “capaz media y baja” es una pretendida concatenación de vocablos. Y nos lleva a pensar que, en lugar de cap/a/z se ha querido escribir /capa/, que significa ‘zona superpuesta a otra u otras con las que forman un todo’. Ejs.: capas de la atmósfera; capas de la sociedad. Capa/capas, sin la /z/ es un sustantivo, lo que resulta directamente contrario a aquello: (capaz), que es un adjetivo. Por tanto, creemos que debió escribirse /capa media y baja/.

Lo del acento o tilde se localiza en el sintagma: [… una izquierda fragmentada y pato/ló/gizada por pugnas personales…]

En ocasiones el acento prosódico es representado por el ortográfico. Éste es el que realmente escribimos para distinguir o precisar dónde se produce el acento prosódico, que es una elevación del tono de la voz que diferencia una vocal de otra, o es acento diacrítico para diferenciar funciones: él /el. En principio, las palabras se dividen, por el acento, márquese o no, según preceptúa la gramática, en agudas, graves y esdrújulas. Las sobresdrújulas son una excepción que se forman agregando un pronombre personal átono, como sufijo ocasional a un verbo. Digamos: Cómpra–lo; díga–me. A esta forma verbal y a compra, le sufijamos los pronombres átonos /lo/ y /me/, respectivamente y los verbos señalados, que son términos llanos pasan a ser esdrújulos. También hay sobresdrújulas, formadas igualmente: comprénda/se–le. Agregamos a comprenda(se–le), que es llana o grave dos pronombres se y le. Entonces el acento prosódico no recae en /le/, no es aguda; ni en /se/, no es llana; ni en /da/, no es esdrújula. Como está en /prén/, pasa a ser sobresdrújula, pero las sobresdrújulas sólo se forman de esta manera. (En verdad, esos pronombres son átonos).

Luego: pato/ló/gizada no es sobresdrújula, porque el acento recae sobre la penúltima sílaba: /za/. No recibe ningún pronombre personal complementario al final y lleva el acento en la /a/ de /za/. Es entonces llana, terminada en vocal; no requiere acentuación ortográfica.

Estos casos son corrientes. La prisa, volumen de trabajo, el tiempo que apremia para la entrega del artículo a la editora, las tantas veces que hemos visto tilde en patología, patólogo, ideólogo, cardiólogo, nos hacen caer en esos pequeños extravíos. Nos sucede a todos.

(Hoy, 17–II–2014, p.10A, “PLD: durante y después de Bosch”).

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