El Manifiesto suscrito por el Directorio de Partido Reformista, funcionarios del actual gobierno, quiere justificar su respaldo al Candidato – Presidente Medina “pensando en el país primero. No debe sorprender a nadie y a nadie sorprende. En este país donde la ética y moral política han sido desplazadas sin pudor por el pragmatismo utilitarista, la moral política no cuenta. Todos los medios, el engaño, la mentira, el abuso son permitidos sin importar el fin perseguido disfrazado, eso sí de bien común. El Dr. Joaquín Balaguer, era un maestro. Considera a Trujillo “el primero de nuestros gobernantes porque “sois el que más ha engrandecido materialmente la Patria y el que más ha ensanchado su patrimonio” y acusa a la intelectualidad dominicana de lambonismo. Dedica su obra La Palabra Encadenada “a la posteridad, único juez llamado a medir imparcialmente los acontecimientos y los hombres públicos con la vara de la historia.” Pero los firmantes del Manifiesto, igual que a su líder nada le importa la posteridad ni la vara imparcial de la historia.
Saben perfectamente lo que buscan y lo poco que cuesta vanagloriarse y alabar, con total desparpajo “el progreso que ha experimentado el país, en los gobiernos que hemos compartido.” Lisonjear al predestinado: “Usted ha sabido implementar un estilo diferente de gobernar que ha servido para rescatar la confianza del pueblo.” Ciertamente hay diferencias notables que caben destacarse.
Este gobierno no ha llegado a la exterminación criminal de los 12 años y nunca a Balaguer se le vio, siendo austero, en mangas de camisa, en visitas sorpresas, ni un tanto preocupado por la educación de su pueblo. Pero no menos ciertas son las similitudes: el clientelismo rampante, la corrupción existente, la impunidad, la inseguridad social y ciudadana, muy lejano todo a lo que nunca se ha hecho: “La construcción de una patria justa para todos.”
Pero ese pragmatismo utilitarista de alianzas convencionales que no tocan la perversidad del sistema político económico, no es privativa del Directorio Reformista. También se da en otro litoral de ese partido con vocación de enchufe y en tantísimas parcelas sin razón de existir. El Presidente del PRSC y sus acólitos, despreciados por el PLD, se apresuran a buscar cobija y la hallan en tierra fértil, donde florecen sus ambiciones personales. El PRM, en franca desventaja política y económica, donde todo se compra y se vende, abre sus puertas, cede al transfuguismo y empaña su ganado prestigio. Con esta nueva alianza, no ideológica, queda diezmada, su fortaleza, el entusiasmo que despertara en la juventud no contaminada y en sectores independientes de mayor conciencia cívica y revolucionaria. El cambio ético, político y social, fundamental y necesario, para reencauzar la nación por nuevos senderos, se rezaga. La inmediatez por el poder se impone, desdeñando, asidos a unas encuestas, la realidad política. Los cuantiosos recursos que el gobierno y el partido oficialista disponen, el control de los órganos deliberantes del Estado, cerrando las puertas de elecciones libres, de una verdadera democracia cargada de justicia, igualdad y trasparencia. Carente de una oposición coherente, vertebrada, capaz, el cambio necesario no deja de ser “simplemente una ilusión.”