Con Kinito y su esposa
La partida física de un ser querido es lo más triste que nos puede pasar a los seres humanos. El sentimiento aflora y pasan por nuestra mente los momentos que vivimos junto a esa persona.
El tiempo pasa y uno trata de olvidar a ese ser, pero qué va, es inútil. Por más que nos dicen déjalo ir, eso no se logra por completo. Lo que sucede es que nos acostumbramos a vivir sin esa persona amada.
Hoy comparto este pésame con mis amigos y hermanos los esposos Magda Paniagua y Kinito Méndez, por la pérdida del padre de la primera, el exdiputado y dirigente político Wenceslao Paniagua, con quien además tuve la satisfacción de compartir agradables e inolvidables momentos en su natal Padre Las Casas.
Y es que esa es la vida, como dice la canción: La vida se hace de momentos que no vuelven nunca más. Llegue nuestro abrazo también hasta la señora Miledys Encarnación hoy viuda Paniagua. Paz a los restos de Wenceslao Paniagua y consuelo a sus familiares.