Los miembros de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte)  que viven criticando a la propia institución, dizque por la falta de actividades fuera de los Premios Casandra, son los grandes ausentes a las jornadas de capacitación  que se realizan y a otro tipo de encuentros, hasta sociales a veces, por no mencionar las asambleas y reuniones evaluativas. Aquellos cronistas que no van a nada, son los primeros en escribir en diarios y páginas web, o mandar a otros a  despotricar por radio o televisión en contra del equipo que ha demostrado honestidad y capacidad de trabajo, y las  muestras  están ahí.     En los dos últimos conversatorios convocados por el actual comité ejecutivo que preside  Feliz Vinicio Lora, no se vio a los que aspiran dirigir  Acroarte, excepto Máximo Jiménez. Ni siquiera porque   están en abierta campaña por la presidencia de la institución, tuvieron la delicadeza de asistir a las jornadas. Esta apatía va con el refrán aquel de “palo si boga y palo si no boga”. Seamos coherentes, compañeros.