Nunca he estado de acuerdo con el plazo de las 72 horas que le otorgan los reglamentos de los premios Casandra al comité ejecutivo de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), dizque para enmendar cualquier error u omisión que se haya cometido en las nominaciones. Mi opinión es que en base a ese recurso, aquellos artistas y comunicadores que no tuvieron la posibilidad de estar en la lista de las candidaturas, comienzan a protestar y a patalear tratando de que se les incluya. Es así como a las oficinas de Acroarte llega una andanada de cartas e historial de trabajo .
Siempre he abogado para que en una asamblea se proponga la eliminación de ese artículo. Algo que desconocen los artistas o comunicadores que tienen la esperanza de ingresar vía ese recurso a las nominaciones, es que los reglamentos del premio son claros en el sentido de que la directiva podría tomar un caso en cuenta, siempre y cuando no haya sido debatido en las asambleas anteriores.