El obsoleto Reglamento  824 de la nati muerta Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), que funciona a expensas del Ministerio de Cultura, contempla la presentación de un artista dominicano por cada extranjero que se contrate.

Esta parte siempre ha constituido un dolor de cabeza para los empresarios artísticos del país. Algunos lo cumplen, otros no, en ocasiones si, en ocasiones no. El asunto es que la ley no tiene la suficiente fuerza para aplicar sanciones, aunque están contempladas.

No pueden los empresarios artísticos cumplir con un Reglamento que cuando suele aplicarse alguno de sus artículos y los miembros de la CNEPR toman una decisión,  a las pocas horas es revocada. Es por eso que a modo de una anécdota graciosa al respecto, en una ocasión  George Nader puso como contraparte en el lobby del Teatro Nacional una exposición de pinturas de su galería.

Cuando  los periodistas le pedimos explicación, Nader dijo que esas eran obras realizadas por artistas dominicanos. ¡Sálvese quien pueda!