Extrañaré las llamadas y los correos electrónicos de mi inolvidable amigo Arturo Rodríguez Fernández en sus afanes para que su columna Linterna Mágica (los lunes) y su artículo sabatino Siete Días de Cine siempre quedaran de película. Ni siquiera cuando estaba enfermo, Arturo relegaba sus responsabilidades. Sus trabajos para este periódico HOY siempre llegaban a tiempo.
Es por eso que saludo y felicito la iniciativa de la Embajada de Italia y Les Films de LAstre, casa cinematográfica europea, en las personas del embajador italiano Enrico Guicciardi, y el afamado cineasta italiano Sergio Gobbi, de Les Films de LAstre, quienes decidieron designar con el nombre de Arturo Rodríguez Fernández el premio Mejor Guión Dominicano, que en su primera edición recayó sobre Pablo Guzmán, quien recibió un premio en metálico de 3,000 dólares.
La más preocupante inquietud de Arturo por el futuro del cine dominicano era, precisamente, la escasez de guionistas. Siempre decía que la República Dominicana necesita gente que sepa contar todas las historias que tenemos. ¡Descansa en paz!