No quiero creer que la gran cantidad de parqueadores que de repente han aparecido en la Plaza de la Cultura, alrededor del Teatro Nacional Eduardo Brito, cuenta con el aval del Ministerio de Cultura. Gente que aprovecha cuando hay conciertos y espectáculos importantes para buscarse lo suyo con los conductores de los vehículos. Me dio pena contemplar la noche del concierto de Liza Minnelli como estos individuos colocaban tablas para que los vehículos subieran a la zona sembrada de grama. Alguna medida deberá tomar el Ministerio de Cultura, o en su defecto la administración del Teatro Nacional, para que esas personas dejen de molestar a los visitantes, pues ay de aquel que no se manifieste económicamente con ellos, le dicen hasta del mal que va a morir. Y es que si a estos supuestos parqueadores no se les pone freno a tiempo, se seguirán adueñando de la Plaza de la Cultura, una área que nos pertenece a todos y que debemos velar por su cuidado. La advertencia está hecha.