De nada sirve que Santo Domingo sea declarada Ciudad Cultural, si el gobierno no dispone de un presupuesto para salvar nuestra casi perdida Zona Colonial. La parte vieja de la ciudad de Santo Domingo luce abandonada, con casas centenarias que se caen a pedazos y con unos monumentos que parecen más ruinas que otra cosa.
Salir de noche, y hasta a plena luz del día, a dar una vuelta por los llamados monumentos dominicanos es exponerse a un atraco y hasta perder la vida. A nuestros patrimonios culturales les faltan luces, seguridad y mantenimiento. Para ejemplo bastan varios botones, pero camine por el Faro a Colón para que perciba el abandono. Eso sí, no vaya de noche, porque aquello está más oscuro que la boca de un lobo. Ya lo habíamos denunciado cuando se presentó semanas atrás en el Parque del Este un concierto del Verano Presidente. ¿Por qué nuestros monumentos no pueden estar en las condiciones que Colombia tiene los de Cartagena?