De Beijing 95 a marzo 2005

De Beijing 95 a marzo 2005

CHIQUI VICIOSO
Mezclada con los titulares sobre el cierre de empresas de Zona Franca y pérdida de empleos (mayoritariamente femeninos), cuyas cifras oscilan entre once y siete mil despidos, está la noticia sobre el viaje de una nutrida delegación de destacadas mujeres dominicanas a la ONU, a presentar nuestra evaluación como país de los avances de la mujer dominicana durante el decenio 1995-2005.

La nueva conciencia de la mujer como sujeto politico se reflejó en las metas que se establecieron a nivel mundial en la Conferencia que se realizó en Beijing (China) en 1995, donde el énfasis estuvo en la lucha contra la violencia doméstica y política que padece el sexo femenino: la modificación de la legislación que afecta la mujer y el acceso de las mujeres a las esferas del poder político y a las estructuras de dirección de los partidos, mediante un sistema de cuotas.

Dentro de estas estructuras la igualdad de los sexos aún está lejos. De acuerdo a estimaciones de la ONU, si la participación de la mujer en las esferas legislativas (para solo dar un ejemplo) continua aumentando al ritmo actual, !la participación equitativa entre los sexos se logrará sólo dentro de 168 anos! Esto significa que los principales agentes de socialización de la mujer deberán seguir siendo objeto de estudio y crítica, a partir de la perspectiva de género, la cual se refiere al análisis de la relación entre hombres y mujeres como resultado de una construcción social fundada en sus diferencias biológicas, o de sexo. Proceso criticado por las mujeres por ser desigual, no por establecer diferencias necesarias y lógicas entre los sexos, de donde surge el slogan: !Viva la diferencia!, pero sin que ser dierentes se convierta en razón para la desigualdad.

Con notables logros legislativos, entre ellos un sistema de cuotas partidarias que impone un 33% de puestos directivos femeninos en las estructuras partidarias, y una campana contra la violencia doméstica de gran impacto: un recuento de las cifras sobre la real participación de la mujer en la vida social y política de la mujer, a partir de datos aportados por la Oficina Nacional de Administración de Personal, indica que los logros que podemos exhibir como nación dejan mucho que desear.

LOS CARGOS EN LA ADMINISTRACION PUBLICA

Si analizamos los cargos de la Administración Pública ocupados por mujeres en el 2004, veremos que de 17 Secretarios de Estado sólo 3 son mujeres: de un total de 126 Sub-Secretarios sólo 32 son del sexo femenino: de 86 Directores de Oficina sólo 9 son mujeres y de 25 Gobernadores sólo 6.

s la participación de las mujeres en cargos políticos, tenemos que de 30 Senadores sólo 2 son mujeres: de 126 Diputados sólo 24: de 115 Síndicos sólo 10 son del sexo femenino, aunque estas cifras aumentan cuando de ser suplementes se trata ya que hay 115 Vice-síndicas versus 10 hombres, y de 569 Regidores 218 son mujeres.

Si estas cifras parecen indicar que no ha habido un cambio fundamental en la participación política de la mujer pese al sistema de cuotas, es en el sector laboral donde existen razones contundentes para preocuparnos, no solo por el desempleo creciente de mano de obra femenina, sino por la regresión de la participación femenina en sectores laborales donde inicialmente la mujer tenía cierta preponderancia.

LA REVERSION

En efecto, en un estudio realizado para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) por el economista Jaime Moreno, sobre el turismo sostenible, este afirma que : «A pesar de que las mujeres están alcanzando mayores niveles de educación en el país, estimándose una proprción en la matrícula de estudiantes alrededor de un 60% de mujeres contra 40% de los hombres en áreas generales, y 70% mujeres y 30% hombres en el área de turismo, esta tendencia SE REVIERTE en los empleos fijos en la hotelería, donde según datos de ASONAHORES, el 71% de los empleos fijos en hotelería en el 2002 eran ocupados por hombres y el 29% por mujeres. Esta tendencia es más marcada en los niveles gerenciales».

El estudio asombra a Moreno, quien afirma que: «Fue una sorpresa para nosotros el encontrar que las tendencies de género en la hotelería tienen anos en proceso de reversión, HASTA COINCIDIR CON LA TENDENCIA NACIONAL (énfasis mío). En 1992, por ejemplo, la relación masculino-femenino en los empleos era de 60-40 aproximadamente, pero ya en el 2003 era de 74-26». Algo gravísimo si se tiene en cuenta que se espera que para el 2014 un 20% de los empleos de dominicanos y dominicanas se deberá al turismo.

EL INGRESO

Si las cifras sobre este virtual desalojo de la mujer en áreas laborales donde tenía alguna presencia significativa son causa de preocupación, las relacionadas con la diferenciación en el ingreso son causa de desaliento. El informe sobre Dearrollo Humano 2004 (basado en datos del 2002) revela que «a nivel general el ingreso ganado por las mujres represeta solamente un 36% del ingreso ganado por los hombres. El mismo estudio indica que solo el 30% de los puestos gerenciales estaban ocupados por mujeres, aún cuando el 49.4% de las mujeres eran profesionales o técnicas, poniendo de manifiesto la brecha salarial existente entre los dos sexos».

A estas cifras se anade el hecho de que, también como lo plantea el estudio de Jaime Moreno, «a pesar de que los asuntos de género han logrado un avance razonable en el país, en el sector turístico la mujer se piensa como parte del producto (énfasis mío) turístico», en un área donde no solo le es casi vedado asumir responsabilidades gerenciales, sino también ejercer un liderazgo que promueva otra imágen de la mujer dominicana.

Estos datos son los que el movimiento de mujeres podría enarbolar aqui y en las Naciones Unidas, como banderas reinvindicativas, si las mujeres trabajadoras y populares tuvieran el privilegio de tener acceso a investigaciones regulares, y de fácil comprensión, sobre su condición y situación. Un papel que podría asumir el INSTRAW (como lo hemos venido sugiriendo durante décadas) y que justificaría la gran inversión que hacemos como país en su mantenimiento y sostenibilidad.

Dado que estamos inmersos e inmersas como nación en la evaluación del decenio 1995-2005 para el avance de las dominicanas, en otros artículos iremos desglosando los datos que poseemos sobre la salud de la mujer, el embarazo de ninas y adolescentes, la mortalidad materna, y el tráfico y trata de mujeres y ninas, entre otras preocupaciones, confiando en que esas informaciones convertirán la evaluación del Decenio en un Nuevo impulso, no ya a la causa de la mujer, sino a la justicia social y equidad entre los seres humanos.

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