La propuesta de Ergotec. Concibió un proyecto “fenomenal” que cabía en sus encargos y experimentos profesionales, en sus objetivos altruistas y sociales. Incentivó la creación artística y motivó su originalidad.
La obra de arte no surge solamente de soportes y materiales que le son propios según su definición tradicional y su categoría. Un objeto utilitario, serial, corriente, puede convertirse en arte de magia o magia del arte – sin que retornemos a las extravagancias de Marcel Duchamp-.
Tampoco nos referimos al reciclaje de despojos o “cosas” ya inservibles, los cuales resucitan en una segunda vida más singular que la primera. Ahora bien, otros memorables ejemplos de transformación estética fueron aquí, paraguas, maniquís de plástico, cajas de limpiar zapatos…
Ahora tenemos el privilegio de una revelación, muy distinta: Ergotec, corporación dedicada a la arquitectura y al diseño contemporáneo, concibió un proyecto “fenomenal” que cabía en sus encargos y experimentos profesionales, en sus objetivos altruistas y sociales. Lo propuso en plena crisis de salud…
El título global de la invitación no podía tener mayor claridad: “Relatos de la pandemia”. La amenaza agresiva de la covid-19 se enfrentó con la sobresaliente creatividad de talleres arquitectónicos: resultó exitosa y brillante.
Cómo “encajaron”. Virginia Cabral y Milán Lora, compañeros de vida y de labor, máximos ejecutivos de Ergotec, entregaron a cada taller y estudio arquitectónico una gran caja de cartón, tapa incluida, soporte que no podía ser más minimalista, para que lo interviniesen con plena libertad creadora, hecho obra de arte, original, individual y/o colectiva. ¡Mano a la caja… hacia la metamorfosis!
La solución transformadora, discrecional en los medios, imponía la caja y su cartón corrugado como material básico, ¡sujeto a todas las manipulaciones y (des)construcciones! En menos de un mes, llegaron 19 respuestas, y todas confirmaron retos de la inteligencia, la sensibilidad y la técnica.
Su sorprendente diversidad valió como primer factor de éxito.
En vez de una receptividad dirigida por un producto artístico convencional, esta iniciativa planteó un descubrimiento, renovado en cada pieza con enfoques a menudo imprevisibles, hasta fuentes de humor y poesía. ¡No, en vano se ha definido la arquitectura como la madre de todas las artes!
Las metamorfosis, multiplicadas, inteligentes, bien instrumentadas, asombran por su calidad. Al mismo tiempo hay en esas “recomposiciones” ingeniosas a partir de un soporte tan ligero y banal, un mundo muy actual de grafismos, de gestos y toques pictóricos, de recortes y desgarros.
Además, interviene siempre la palabra, excelentemente empleada en conceptos, referencias, explicaciones… relacionados con el dramático período presente. O sea un aprovechamiento increíblemente variado.
Los artistas observaron, reflexionaron, manipularon… Ellos sacaron las cajas de su contexto “vacío” para ofrecer soluciones formales y volumétricas inéditas. Les confirieron nivel y vitalidad estética, tri o bidimensional.
Se apropiaron, pintaron, dibujaron, recortaron, despedazaron, reintegraron, encolaron, (re)inventaron al fin… Pero, desde la encomienda temática, siempre la coherencia conceptual y el buen gusto dominaron, fue secundaria la ambición puramente decorativa.
El juego se unió a la imaginación y la realidad situacional, sin repetición, lo que es una hazaña, hasta culminar en piezas escultóricas fascinantes y modelos para el arte dominicano. Además, la lectura de las piezas incluía palabras: los artistas llegaron a convertirse en ensayistas y filósofos, que pensaron y nos hicieron pensar.
Son piezas exclusivas, y se palpa el apasionamiento de sus autores, los cuales pertenecen, todos, a las oficinas contactadas, en distintos niveles de jerarquía. Lo que impresiona luego es el perfecto acabado y el esmero con que han sido confeccionadas las piezas, cual fuese la clase de transformación adoptada.
La creación significó un compromiso, existencial, social, cultural, no solamente la materialización de impulsos imaginarios.
La situación de crisis y la actualidad vivida en el país – y en el mundo- se perciben, Ahora bien, si la expresión resultante a veces llega a lo dramático de manera abierta o subyacente, al mismo tiempo las obras entretienen, seducen, hasta aligeran la tensión psicológica del espectador.
El arquitecto y artista plástico sin evadir el problema, la sublima, gracias a su talento. La esperanza es omnipresente.
Un objetivo de bien social. Virginia Cabral se preocupa por los demás, y esta iniciativa bienvenida no deja de corresponder a su temperamento y personalidad
Los “Relatos de la pandemia” no son un concurso. No hay ni selección ni premiación. Los profesionales participantes están motivados, obviamente, por la invitación, por el proyecto en sí – caja versus arte-, por sus fines altruistas.
Las obras se pueden adquirir, en un monto módico, si valoramos su calidad de excepción y la cotización del arte en general.
Este aporte tiene un destino social y comunitario: la ayuda a la fundación Jompéame, a sus causas de solidaridad y, a veces, salvación. La asociación, como bien lo señala, provee “alimentos y esperanza”, a pequeños y grandes, a los niños y las familias. La meta es aliviar necesidades agudas, amparar a gente menesterosa y meritoria, contribuir a dar un poco de felicidad.
Ahora bien, aunque por supuesto hay diferencias y que unas “transformaciones” son más estupendas, es la oportunidad de disfrutar obras de arte, distintas y únicas. Nos parece que los “Relatos de Pandemia” ameritarían presentarse como exposición, en un lugar destacado y “abierto”, para que el público los aprecie y admire la diversidad de una creación plástica especial.
Talleres participantes y obras
-Sanoja Rizek y asociados. “100 años de soledad
-3G, Office. “Dualidad del ser”
-Studio YP, “100 años de soledad”
-Nestor Ramos arquitecto. “IM-pacto”
-1 a 1 Arquitectura. “Descubrir”
-Design Estudio. “Vuelo resiliente”
-Pulso Arquitectura. “Tu historia”
-Selman Arquitectos. “Mente cargada, cuerpo débil, corazón que los sostiene”
-GVA. “Introspección”
-Selman Arquitectos. “Entender que estás”
- Michelle Urtecho y Asociados. “La Montanna Rusa”
-AILM Arquitectura y servicios. “Accesibilidad exclusiva”
-Ortega Arquitectos. “Syndeo”