¡De campaña en campaña!

¡De campaña en campaña!

Millizen Uribe

Las elecciones pasadas del 20 de mayo de 2016 fueron altamente complejas. Por primera vez, en muchos años, la jornada electoral involucró los tres niveles (presidencial, congresual y municipal).
Precisamente, uno de los argumentos, que, de manera informal, se manejó, era la necesidad de extender el tiempo entre unas elecciones y otras, permitiendo a la ciudadanía descansar de las extensas y recurrentes campañas electorales, cuyo tiempo no se regula se podría sin Ley de Partidos porque en los artículos 211 y 212 la Constitución faculta a la Junta Central Electoral).
Sin embargo, como ciudadana me preocupa, y considero insólito, que hoy 22 de agosto, apenas 15 meses después de las elecciones, ya aquí arrancara la campaña, sobre todo a lo interno de los partidos donde se están manejando nombres a diestra y siniestra. ¿Cómo es posible?
Ahora bien, ¿Es malo que estas personas promuevan sus aspiraciones, o que lo promuevan, desde ya? En realidad no. Están en su legítimo derecho. El problema es que la praxis política dominicana se centra en promoción de aspiraciones personales, y no en soluciones de los problemas fundamentales.
De hecho, creo que el ejercicio de la política no debe limitarse a cada cuatro años, como estilan algunos políticos que salen a las calles sólo para los procesos electorales. Partiendo de la visión de Juan Pablo Duarte de la política como servicio, se debe hacer constantemente.
El problema, insisto, es que “la política a la dominicana” conlleva copar los medios de comunicación con promoción personal y no dejar espacio a los problemas que inquietan a la ciudadanía, o a que como sociedad reflexionemos, de manera pública, sobre posibles soluciones.
Como consecuencia, 173 años después de que se fundó esta amada República, no hay un solo problema fundamental resuelto. ¡Ni uno! Y esa es una deuda de los partidos y de la clase política dominicana, que no se podrá saldar si desde ahora nos centramos en quiénes van a aspirar.
De modo que ojalá problemas como la inseguridad ciudadana, la falta de agua potable energía eléctrica y vivienda, la crisis del sector salud, los bajos salarios y los entaponamientos, por citar algunos, sean el tema de nuestra conversación como nación.
Y es que si nos ponemos en modos candidatos y no funcionarios o dirigentes políticos, no estaríamos haciendo frente a las demandas de la ciudadanía y así no puede ser. O cambiamos la forma de hacer política, o cambiamos los políticos, pero estos problemas hay que resolverlos.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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