El presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Hatuey De Camps, aseguró hoy que durante las pasadas elecciones sectores de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional (PN), fueron utilizados para atemorizar a la población que votaría por el candidato Hipólito Mejía.

De Camps agregó que el gobierno de Danilo Medina  es ilegítimo, debido a que es fruto de mil barbaridades, diabluras y abusos de los recursos del Estado.

Entrevistado por los comunicadores Juan Bolívar Díaz y Rafael Toribio en el programa “Uno+Uno”, por Teleantillas,  De Camps  detalló  parte de las múltiples acciones contra la  equidad del proceso electoral, implementadas contra  el libre ejercicio del sufragio  por los ciudadanos, fundamentalmente contra  aquellos que el gobierno tenía información votarían por Hipólito Mejía.

Señaló que Hipólito Mejía  libró una batalla de un hombre contra el Estado, cuyos recursos  fueron  puestos en su contra, con  la decisión del  presidente de la República, Leonel Fernández.

Entre los actos contra la transparencia y la equidad  del proceso electoral, el presidente del PRSD citó el caso de que por más de 45 minutos el ex síndico de Cotuí, quien ostentaba la máxima representación de la candidatura de Hipólito Mejía en esa localidad, fue arrodillado junto a otros dirigentes de los partidos aliados, por parte del general Brown, con el silencio cómplice e inaceptable asumido por las autoridades, lo que constituye una vergüenza  para la democracia dominicana.

Citó además el caso de Higüey donde el fiscal y el gobernador supuestamente se dedicaron hacer barbaridades en términos electorales aplicando la estrategia que en aquellas provincias donde había una gran concentración de votantes en contra del candidato Medina había que bajar el porcentaje, lo aplicaron a cabalidad.

En cuanto a la Junta Central Electoral (JCE). Acusó  al presidente de la esa entidad, Roberto Rosario de estar abiertamente parcializado a favor del  partido de gobierno y su candidato, de controlar de manera personal las decisiones del organismo, “como un cacique cualquiera”

Entre las actitudes que evidencia la parcialidad una parte de los miembros de la Junta, citó aquella cuando se hizo el «chivo loco» ante situaciones autoritarias del pasado, revividas en este proceso, como fue el que por cuatro horas se le impidió que el helicóptero de Amable Aristy Castro volara, mientras los del Gobierno volaban libremente cargados de dinero para ser repartidos en distintos lugares.

También, resaltó el caso de Nagua, el mismo día del proceso electoral, cuando estaba prohibido que  un helicóptero privado volara el día de las elecciones sin permiso de la JCE y Rosario permitió que los de los del gobierno volaran, y así «se hicieron muchísimas diabluras, que se realizan por la falta de institucionalidad».

Observadores internacionales. De Camps dijo que fueron conducidos a dos grandes fiestas celebradas por la JCE donde se les indicó dónde tenían que ir,  condicionándole su papel como tal, igual como se hacía en otras épocas cuando las elecciones eran un simulacro de la democracia.

Valoró que solo los observadores de la Internacional Socialista se pronunciaron en el sentido del uso de los recursos del Estado.

Otro hecho fue que generales retirados fueron desarmados como le sucedió a Pedro de Jesús Candelier, y otros, aplicando sólo el desarme a los seguidores de la candidatura de Mejía.

“Realmente creo que el proceso electoral no transcurrió adecuadamente y para la población, aún  gravita el fantasma del fraude y la JCE con decisiones que nunca debieron ocurrir, como el caso de los delegados ante el Centro de Cómputos del principal partido de oposición y sus aliados fueron sacados de las instalaciones de la institución reguladora del proceso electoral,” afirmó.

Sistema Político Nacional. Expresó que la JCE no puede estar constituida,  y menos presidida,  por un militante tan comprometido con algún partido político como  el caso  de Roberto Rosario, quien tiene sus  vínculos muy  atados al partido de Gobierno.

Condenó que en 12 años de gobierno, Leonel  Fernández  no haya hecho ningún otro esfuerzo por institucionalizar la JCE.

Dijo no estar de acuerdo con el proyecto de Ley Electoral y de Partidos Políticos que cursa en el Congreso, el cual considera un “mamotreto” y que  no tiene que ver nada con las necesidades del país.

Afirmó que Hipólito Mejía, aunque no es un revolucionario, si es un dirigente  que auspicia, prometió y garantizaba cambios en el país.

Aseguró que gran parte de la población entendía que el discurso de Hipólito Mejía debía ir en otra dirección, que fuera de rebelión, pero lo hizo del modo correcto.

En cuanto a Miguel Vargas, dijo que cometió  graves errores, estupideces políticas, por lo está seguro lo van a sacar del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), resaltando que la discusión sobre su salida del partido blanco, momentáneamente beneficia al gobierno, que estaría interesado en que la situación interna  de esa organización se prolongue porque le conviene.