Un significado puro y simple de cantautor sería: artista que escribe las canciones que canta. Pero esta palabra fue acuñada por músicos cuya obra era poco comercial y estaba socialmente comprometida. Esa condición le ha dado este término un sentido más restringido de lo que parece.

Los llamados cantautores, aquellos que parieron canciones que denunciaban atropellos y formas de ejercer la política, aparecen en la España de la década de los 60. Los muchachos de la “Nueva canción catalana” fueron de los primeros en darse a conocer. Traían un estilo que derivaba del trabajo de los cantantes de Francia de principio del siglo XX, y de los representantes del folk norteamericano.

De los franceses adoptaron la tradición de poner música a la poesía. Es este un ejercicio que ha permanecido vigente. Tirando recuerdos al aire, citamos algunos trabajos de trascendencia: Serrat cantó los poemas de Antonio Machado, Miguel Hernández, y Mario Benedetti; en Cuba, Pablo inmortalizó con notas musicales los versos de Nicolás Guillén; y hace unos años Lorca también fue musicalizado, en un álbum sin desperdicios que interpretó Ana Belén.

La actitud para denunciar fue heredara, en su gran mayoría por los “folksingers” de Estados Unidos. Woody Guthier, Peter Seeger y Leadbelly fueron los pioneros de la canción de protesta de la América anglosajona. El más influyente, sin dudas fue Bob Dylan, quien con su guitarra y voz desgarrante declaró la guerra a todo tipo de violencia, buscando la paz mundial.

La primera lucha de los primeros cantautores los catalanes fue por defender el uso de su idioma por vía de la canción popular. Además querían difundir su cultura y desarrollar sus señas de identidad específica frente a las estructuras de un régimen político que negaba su personalidad histórica.

De ese grupo emergieron grandes figuras que hoy son símbolos del arte. Ahí está el inmenso Joan Manuel, el mismo Serrat que le arrebató a Homero su personaje Penélope para hacerlo más mujer, y protagonista de una hermosa balada: “Penélope con su bolso de piel marrón/ sus zapatitos de tacón/ y sus vestido de Domingo”. Otras figuras de la “Nueva Canción Catalana” fueron María del Carmen Bonet, Enric Babat, Fracesc Pi de la Serra y Lluís Llach.

Por lo que respecta a la “Nueva Canción en castellano”, cerca de las universidades, especialmente de la de Madrid se formaron otros grupos. Nos ubicamos por el 1966, año en que surgía el multifacético Luis Eduardo Aute quien burlaba las etiquetas de la industria para construir canciones muy originales en las que trataba con profundidad el tema del amor y las relaciones humanas. Era la época en que también se escuchaba Chico Sánchez Ferlosio, Jesús Munarríz, Jorge Krahe y Paco Ibáñez.

Otros cantautores que habían iniciado su carrera a finales de los 60 fueron asimilados en el sentir de la gente. Son estos Víctor Manuel y Ana Belén, y Patxi Andión, entre otros.

En los 70 y 80 alcanzaron popularidad Joan Baptista Hunet, Vainica Doble (Carmen Santoja y Gloria Van Aersen), Caco Senate y el Grupo Alternativo formado por Javier Krahe, Alberto Pérez, y Joaquín Sabina (cronista por excelencia de las noches y los días de la España de hoy).

En los últimos años han surgido figuras que le guiñan el ojo al pop, y mandan papelitos al estílo “world music”, fruto de una nueva visión. Estos son Ismael Serrano, Paco Bello, Rosana, Alfonso Villalongo y Pedro Guerra.

Son estos los cantautores de España: Hombres y Mujeres que iluminaron mentes y almas de todas partes. Son los que todavía nos enseñan a justificar, hasta la respiración de nuestras ideas; los que nos hicieron ver que teníamos amor en nuestras rodillas para darle a nuestros locos bajitos.