De cara a las elecciones

De cara a las elecciones

Snayder Santana

Para el próximo domingo 18 de febrero están convocadas las Elecciones Generales Municipales, en las cuales, se estarán disputando unos 3,849 cargos electivos  en un certamen en el que participarán unos 33 partidos políticos y al menos 4 bloques de alianzas distribuidas en los 4 niveles de elección que componen las próximas elecciones.

De los poco más de 10,700,000 habitantes que se registran en el censo del año 2022,  el padrón electoral para las elecciones del 18 febrero está integrado, según las informaciones ofrecidas oficialmente por la Junta Central Electoral,  por unos  8,105,151 dominicanos y dominicanas que tendrán el derecho de ejercer el sufragio en los 158 municipios que componen el territorio nacional, según podemos observar en el padrón, de esos más de 8 millones de personas el 48.72% de los electores, dígase 3,948,523, son hombres y  4,156,628, son mujeres, siendo estas mayoría  con el 51.28%.

En este primer proceso de elecciones, se realizara en los 4 niveles de elección; el nivel de alcaldías donde se elegirán los y las alcaldesas y sus respectivos vicealcaldes y vicealcaldesas, regidores y regidas para los 158 municipios, y en los Distrititos Municipales que cuentan unos 235, se estará votando por las y los directores y sus respetivos subdirectores o subdirectoras, y se elegirán unos 735 vocales. Es válido resaltar que los votos emitidos en los distritos municipales no afectan las alecciones del municipio y viceversa, lo mismo pasa entre los niveles de elección, dado que los votos de los alcaldes no inciden en el voto de los regidores y lo propio entre directores y vocales. Esto en la práctica es lo que significa la eliminación del arrastre en los niveles que componen  las Elecciones Municipales.

La JCE ha habilitado unos 4,295 recintos electorales, en los cuales estarán funcionando unos  16,851 colegios electorales y se estima que unos 200 mil ciudadanos y ciudadanas están trabajando en el proceso desde el punto de vista administrativo de las elecciones pero también como delegados de partidos políticos y observadores de escrutinio. Este promete ser un proceso complejo en el cual la pedagogía electoral y la experiencia tendrán que jugar un papel estelar, por las dificultades que implica la aplicación de separación de boletas por niveles de elección y el escrutinio del voto preferencial para la determinación de los escaños de regidores y vocales.

Partiendo de la experiencia acumulada durante años de trabajo, podemos prever que la cantidad de votos nulos en este proceso será mucho mayor a las de elecciones anteriores, así como los conflictos y confusiones que implica el voto preferencial en aquellos municipios que eligen grandes cantidades de regidores y que acumulan una gran cantidad de electores, ejemplo de esto es el Distrito Nacional  que concentra el  11.33% de los votos nacionales y elige unos 37 regidores; Santo Domingo Este con 9.65% y unos 33 regidores; Santiago de los Caballeros  que elige 41 regidores con 7.93% de los electores de todo el país; por su lado Santo Domingo Norte con 4.78% elegirá 17 representantes y  Santo Domingo Oeste cuenta con 15 curules y un  3.65% de votantes con relación al padrón general.

Los delegados electorales tendrán el reto al momento de contar los votos de determinar con exactitud la validez o nulidad del voto ante cualquier requerimiento de otro delegado, tomando en cuenta que habrá un elemento que generará confusión y discusión en todas las mesas electorales en los niveles de  regidores y vocales, es el hecho de que en esta ocasión un voto podrá ser válido y nulo a vez, dada la doble contabilidad y funcionalidad del voto. En el nivel de regidores y vocales el voto tiene una doble función como decíamos hace un momento, y por ende, debe ser contado y verificado dos veces, es decir, que el voto primero debe ser contabilizado por partidos políticos que es la primera contienda y luego debe ser realizada la contabilidad del voto preferencial.

De lo anterior se desprende la posibilidad que un ciudadano al marcar la cara del candidato  de la casilla 11 del recuadro de un partido X, pase la raya hasta la cara del candidato de la casilla 12, la regla indica en este caso, que el voto debe ser válido para el total de votos del partido X, valiendo para la determinación de los escaños mediante el método de DHondt,  pero nulo en lo que respecta a la funcionalidad del voto como preferencial. Ahí, en esos casos que de seguro habrán muchos se perderá un tiempo valioso del escrutinio, se generarán confusiones y discusiones y en esos municipios grandes que hemos mencionado esto se multiplicará por miles de veces, haciendo el proceso lento, tedioso y conflictivo.

Siendo el voto preferencial algo tan sensible, el cual una diferencia de 10 o 20 votos te puede determinar en manos de quien quede una curul, y partiendo de lo antes explicado y la cantidad de alianzas establecidas, es casi inevitable el reconteo, el pataleo y el conflicto por la fragilidad del proceso en ese sentido y el poco conocimiento que tienen los delegados, los candidatos, los partidos y la población general sobre la dinámica y todas las aristas que conllevará el proceso de escrutinio y determinación de escaños. El tema de la doble función del voto preferencial hará que muchos candidatos y partidos verifiquen un descuadre en el acta de escrutinio cuando la suma total de los votos preferenciales sea diferente a la cantidad de votos del partido en ese nivel y la relación general de votación, dado lo antes dicho sobre el medio voto nulo.

Sin lugar a dudas, estamos frente a un proceso complejo que no ha sido explicado y comunicado de manera efectiva, tanto así, que ni los partidos y candidatos en su gran mayoría comprenden el proceso en su totalidad, esto sumando a que, partiendo del padrón tenemos un 16.09% de votantes entre 18 y 25 años de edad, que en su mayoría votaran por primera vez y un segmento poblacional  que ronda el 8.32% tiene 71 o más años de edad, con unas boletas electorales con fotos pequeñas, un voto manual y un escrutinio complejo. Tendrán la JCE y los partidos políticos que administrar con inteligencia las novedades y conflictos que se desprendan del proceso.

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