De comisión en comisión, vamos siempre a nada

De comisión en comisión, vamos  siempre a nada

Cuando escucho la palabra entro en pánico. De repente todo se desdibuja y, al calor de la nada, pierdo la esperanza. Y es que, cuando se trata de comisiones, nunca se llega a destino. ¿Cuántas veces, acaso, una comisión ha servido de algo?

Como una herencia del dilecto presidente Joaquín Balaguer, las comisiones se han diseñado para callar a la opinión pública y nada más. Bien lo decía una canción del grupo santiaguero Pueblo Nuevo en Alto, que sonaba en los años 70’s: “Comisiones, comisiones, comisiones para qué; investigan, investigan, investigan no sé qué”…

Así, como para investigar el no sé qué, se han creado miles de comisiones a través de los años en RD. Por eso ayer, cuando escuchamos que Salud Pública, la Fiscalía y el presidente Danilo Medina decidieron crear comisiones para determinar qué pasó con los once niños que murieron en el Hospital Robert Reid Cabral, me estremecí: ¿servirá de algo esta vez? ¿Sabremos por qué en ese hospital ha terminado siendo una rutina, como confesó con soberana tranquilidad la directora de ese hospital, que mueran tantos niños?

Las estadísticas de ese hospital duelen: 262 niños han muerto los fines de semana durante este año, lo que en promedio son seis por fin de semana; mientras que de enero a noviembre del 2012 fallecieron 833 (75 por mes) y en el 2011 murieron 826 (68 por mes y dos por día). Estos números tienen que llamar a una investigación profunda. Algo está fallando. Puede ser falta de gerencia, de recursos, insumos… hay que revisar qué está mal. Ha llegado el momento de actuar. No enterremos más niños.

 

 

 

 

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