De covid-19 y las muestras de gran irracionalidad

De covid-19 y las muestras de gran irracionalidad

Marien Aristy Capitán

Un Gobierno que nos controla también debe controlarse

A pesar de los cientos de contagios en el Congreso Nacional, el miércoles pasado el Senado sesionó, algo incomprensible en este contexto hasta que supimos que aprobaron dos préstamos por US$290 millones para atender “la crisis sanitaria y económica causada por el covid-19”.

Enfrentarse al rebrote del virus, aunque sea irracional, también es una constante en el Gobierno, que organiza sus actividades como si nada sucediera: el sábado hubo un homenaje a los caídos de la dictadura, por ejemplo; mientras el martes presentaron el “Despacho en 24 horas” de Aduanas y hubo un almuerzo en el Palacio Nacional.

Si bien es cierto que sería complejo que Gobierno se detenga, es contraproducente que no suspendan las actividades innecesarias: los funcionarios deben enviar un mensaje de que todos debemos recogernos.

Llama la atención, aunque hay una buena cantidad de funcionarios que han caído, que no cesen las reuniones innecesarias que se dan a todos los niveles: ¿por qué nos cuesta tanto recogernos cuando se necesita con urgencia?

A estas alturas las medidas deben ir más allá de un cierre a las seis de la tarde: hay que suspender lo que no sea prioritario. El afán de defender los intereses económicos es, evidentemente, lo que nos está fastidiando.

¿Tiene sentido seguir jugando a no darnos cuenta mientras se descalabra el sistema de salud?

Todos estamos cansados de lidiar con cierres y toques de queda. Pero es, tristemente, un mal necesario.

¿Esperaremos a que sea demasiado tarde y las cosas se desmadren? Es absurdo aunque, en RD, sabemos que puede suceder.

Hay demasiadas reuniones, actos, inauguraciones y demás que no deberían hacerse en este momento

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