¿ De dónde sale Héctor García-Godoy?

¿ De dónde sale Héctor García-Godoy?

POR HAMLET HERMANN
McGeorge Bundy, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos y representante personal del presidente Lyndon B. Johnson para la crisis dominicana de 1965, estuvo enfrascado en la búsqueda de una solución política con Antonio Guzmán como Presidente a mediados de mayo de ese año. En una reunión entre Bundy y Guzmán, el 17 de mayo de 1965 el funcionario norteamericano propuso a García-Godoy Cáceres como Ministro de Relaciones Exteriores del futuro gobierno de transición. De esa manera rechazaba la propuesta constitucionalista de que dicho cargo lo asumiera Jottin Cury, quien desempeñaba esas funciones para el gobierno del presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó..

La propuesta de la Casa Blanca de Washington para un gobierno encabezado por Antonio Guzmán, una persona afín a los constitucionalistas, llegaba justo dos días después de que se iniciara la “Operación Limpieza” en la parte Norte de Santo Domingo. Allí centenares de indefensos ciudadanos perderían la vida bajo las tropelías de las fuerzas del “Gobierno de Reconstrucción Nacional” que avanzaron con el total apoyo logístico, de dirección y de observación del ejército norteamericano. De nuevo se expresaba como vigente la práctica de los invasores de simular negociaciones y atacar militarmente como forma de mantener la incertidumbre y el terror entre los no-combatientes de quienes esperaban ejercieran presión contra el presidente Caamaño.

Un informe preparado por K. M. Crockett, encargado de los asuntos del Caribe en el Departamento de Estado, permite suponer que la primera fuente de donde se desprende el nombre de Héctor García-Godoy Cáceres como candidato a presidir el gobierno provisional que auspiciaba la Administración Johnson es Joaquín Balaguer.

El ex Presidente dominicano vivía en New York desde que fue derrocado en enero de 1962 y gozaba de grandes simpatías entre algunos funcionarios muy conservadores, cercanos al presidente Lyndon B. Johnson. Balaguer fue citado con urgencia a Washington por el funcionario Crockett para conversar el 4 de junio de 1965. Ya antes, el 26 de mayo de 1965, había conversado extensamente con el mismo Crockett por teléfono sobre el problema dominicano y tuvo entonces la oportunidad de expresar sus puntos de vista sobre la crisis, muchos de los cuales fueron acogidos por los funcionarios del Departamento de Estado.

Uno de los acuerdos entre los dos personajes fue que Balaguer prepararía una lista de candidatos a ocupar la Presidencia del Gobierno Provisional que se trataba de instalar. Esta lista sería entregada a la mayor brevedad al funcionario de la Oficina del Caribe. Balaguer y Crockett habían delineado allí el perfil de la persona que debía ser aceptable para Estados Unidos quien, supuestamente, debía ser “apolítico”. Por supuesto, esa lista estaría encabezada por el apolítico vicepresidente del Partido Reformista que encabezaba Balaguer, Héctor García-Godoy Cáceres.

Para el que hubiera tenido conocimiento de aquella reunión entre Crockett y Balaguer en Washington no habría sido sorpresa la propuesta del 1º de julio de 1965, hecha por la Comisión ad-hoc de la OEA. Esta propuso formalmente a Héctor García-Godoy Cáceres como candidato a ocupar la presidencia del gobierno provisional de la República. Los criterios esgrimidos para la selección de este personaje habían estado basados en la apreciación de la OEA de que no estaba vinculado a ninguno de los bandos en pugna, así como era un hombre que tenía habilidad, competencia y experiencia. Incluían entre los criterios su impresión de que García-Godoy era bien conocido en el ambiente internacional. La Comisión no presentó prueba alguna de estas cualidades.

No obstante, el mando constitucionalista sabía que el personaje propuesto había servido en dos funciones durante el gobierno constitucional de Bosch. Primero como embajador en Gran Bretaña y luego como Ministro de Relaciones Exteriores. Asimismo, era familiar cercano de Ramón Cáceres Troncoso, uno de los triunviros del gobierno golpista recientemente derrocado por el movimiento constitucionalista. Al momento de esa propuesta actuaba como vice-presidente del recientemente formado Partido Acción Social (luego llamado Partido Reformista) encabezado por Joaquín Balaguer. García-Godoy Cáceres era abiertamente pro-norteamericano, miembro de una prestigiosa familia del Cibao dominicano y estaba casado con la hermana de uno de los principales dirigentes de la rancia oligarquía de Santiago de los Caballeros

El mismo día de esa reunión de la Comisión ad-hoc de la OEA con los dirigentes del gobierno constitucionalista el 1º de julio de 1965, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Ellsworth Bunker, enviaba un mensaje al Secretario de Estado Dean Rusk a través de la embajada en la capital dominicana. En el documento se aprecia su entusiasmo y dice: “Luego de realizar un escrutinio en todo el sector, la Comisión (de la OEA) llegó a la conclusión de que Héctor García Godoy es la mejor selección para Presidente y desde ya le estamos dando un completo respaldo. Él se ha manejado muy bien con todas las partes y estamos muy impresionados con su habilidad.”

Según algunos documentos secretos del gobierno de Estados Unidos desclasificados más de 30 años después de los acontecimientos, parece que quien sustentaba con más entusiasmo la candidatura  de García-Godoy Cáceres, luego de haber sido propuesto por la Casa Blanca, era Ellsworth Bunker. Bunker y García se habían reunido el 3 de julio de 1965 y el comisionado de la OEA quedó muy impresionado de su prospecto. Hablaba buen inglés, estaba íntimamente vinculado a la poderosa oligarquía nacional, así como políticamente conservador y anti-comunista por convicción. Era tal el entusiasmo de Bunker que en un mensaje enviado al Secretario de Estado, Dean Rusk, el empresario azucarero metido a embajador consideraba que “las objeciones a García de ‘algunos grupos’ en el campo rebelde son infantiles y el resultado de la falta de ‘experiencia política’.” Al mismo tiempo que apoyaba a García-Godoy Cáceres, Bunker también pedía nombres de candidatos al Gobierno de Reconstrucción Nacional creado por los norteamericanos como medio para cubrir las formas. Pero la decisión parecía haber sido tomada ya de que la Casa Blanca respaldaría a García-Godoy.

El 3 de julio de 1965, García-Godoy había recibido seguridades del respaldo que le darían sus compueblanos Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco y Aníbal Campagna. Incluso esas personas le garantizaron que podía contar con el respaldo del PRD ya que Bosch estaba de acuerdo y, asimismo, se le había informado a Peña Gómez y otros dirigentes de esa organización política. El vínculo entre santiagueros estaba dando magníficos resultados. Eso, sumado al pensamiento conservador y anticomunista de cada uno de ellos los unía aún más.

El 5 de julio, el potencial candidato García-Godoy se reuniría con el presidente Caamaño y algunos de sus colaboradores en la zona constitucionalista. Allí se había enterado de que el gobierno constitucionalista estaba en la mejor disposición de aceptarlo como Vicepresidente  de un gobierno que presidiera el abogado y hacendado Silvestre Alba de Moya (53 años) quien había sido Ministro del Trabajo durante el gobierno constitucional de Juan Bosch en 1963. Sin que el presidente Caamaño tuviera conocimiento pleno, se daba una contradicción de forma entre el PRD y el gobierno constitucionalista: unos con un candidato y los demás con otro, sólo que tanto el uno como el otro eran muy conservadores en política.

Sin darle mucha importancia a esa desagradable noticia, García-Godoy Cáceres procedió el mismo día a cabildear su candidatura reuniéndose con el sector del Partido Revolucionario Social Cristiano que se encontraba en la zona constitucionalista luchando en oposición a la invasión extranjera. Ese grupo estaba compuesto fundamentalmente por jóvenes y sindicalistas del ala progresista de los social-cristianos.

La labor de mercadeo político continuó cuando el mismo día García-Godoy Cáceres se entrevistó con algunos miembros del Congreso pertenecientes al Partido Revolucionario Dominicano presidido por el derrocado presidente Juan Bosch. El apoyo de aquel Partido a su candidatura era importante y debía trabajar para lograrlo. Asimismo tendría que lograr el desplazamiento de la  candidatura potencial de Silvestre Alba de Moya, único obstáculo que aparentaba estar en su camino.

Del lado del Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por Antonio Imbert Barreras, la candidatura de García-Godoy Cáceres no tenía tan buena acogida. Bunker tendría que emplearse a fondo para lograr la aceptación del candidato de los norteamericanos mientras preparaban una salida honorable para Imbert. Confiaban para esta misión en la influencia que ejercía sobre ese personaje el coronel Ralph Heywood, asesor naval norteamericano. En una de las ocasiones en que se le propuso a Imbert que renunciara para dar paso a un gobierno provisional, este incluso llegó a amenazar con suicidarse. El personaje insistía en que ellos eran el verdadero gobierno dominicano a pesar de que habían sido puestos allí por las tropas norteamericanas luego de ser derrotados en los combates a finales de abril. A pesar de la aparente oposición de Imbert, el contralmirante Francisco Rivera Caminero, Secretario de las Fuerzas Armadas del GRN se mostraba dispuesto a cooperar con las tropas de ocupación en la instalación del nuevo gobierno. Lo mismo decían los restantes miembros del gobierno colegiado creado y apoyado por Estados Unidos.

Se reúnen los constitucionalistas  y Comisión de la OEA

El mismo día de esa reunión de la Comisión ad-hoc de la OEA con los dirigentes del gobierno constitucionalista el 1º de julio de 1965, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Ellsworth Bunker, enviaba un mensaje al Secretario de Estado Dean Rusk a través de la embajada en la capital dominicana. En el documento se aprecia su entusiasmo y dice: “Luego de realizar un escrutinio en todo el sector, la Comisión (de la OEA) llegó a la conclusión de que Héctor García Godoy es la mejor selección para Presidente y desde ya le estamos dando un completo respaldo. Él se ha manejado muy bien con todas las partes y estamos muy impresionados con su habilidad.”

Según algunos documentos secretos del gobierno de Estados Unidos desclasificados más de 30 años después de los acontecimientos, parece que quien sustentaba con más entusiasmo la candidatura  de García-Godoy Cáceres, luego de haber sido propuesto por la Casa Blanca, era Ellsworth Bunker. Bunker y García se habían reunido el 3 de julio de 1965 y el comisionado de la OEA quedó muy impresionado de su prospecto. Hablaba buen inglés, estaba íntimamente vinculado a la poderosa oligarquía nacional, así como políticamente conservador y anti-comunista por convicción. Era tal el entusiasmo de Bunker que en un mensaje enviado al Secretario de Estado, Dean Rusk, el empresario azucarero metido a embajador consideraba que “las objeciones a García de ‘algunos grupos’ en el campo rebelde son infantiles y el resultado de la falta de ‘experiencia política’.” Al mismo tiempo que apoyaba a García-Godoy Cáceres, Bunker también pedía nombres de candidatos al Gobierno de Reconstrucción Nacional creado por los norteamericanos como medio para cubrir las formas. Pero la decisión parecía haber sido tomada ya de que la Casa Blanca respaldaría a García-Godoy.

El 3 de julio de 1965, García-Godoy había recibido seguridades del respaldo que le darían sus compueblanos Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco y Aníbal Campagna. Incluso esas personas le garantizaron que podía contar con el respaldo del PRD ya que Bosch estaba de acuerdo y, asimismo, se le había informado a Peña Gómez y otros dirigentes de esa organización política. El vínculo entre santiagueros estaba dando magníficos resultados. Eso, sumado al pensamiento conservador y anticomunista de cada uno de ellos los unía aún más.

El 5 de julio, el potencial candidato García-Godoy se reuniría con el presidente Caamaño y algunos de sus colaboradores en la zona constitucionalista. Allí se había enterado de que el gobierno constitucionalista estaba en la mejor disposición de aceptarlo como Vicepresidente  de un gobierno que presidiera el abogado y hacendado Silvestre Alba de Moya (53 años) quien había sido Ministro del Trabajo durante el gobierno constitucional de Juan Bosch en 1963. Sin que el presidente Caamaño tuviera conocimiento pleno, se daba una contradicción de forma entre el PRD y el gobierno constitucionalista: unos con un candidato y los demás con otro, sólo que tanto el uno como el otro eran muy conservadores en política.

Sin darle mucha importancia a esa desagradable noticia, García-Godoy Cáceres procedió el mismo día a cabildear su candidatura reuniéndose con el sector del Partido Revolucionario Social Cristiano que se encontraba en la zona constitucionalista luchando en oposición a la invasión extranjera. Ese grupo estaba compuesto fundamentalmente por jóvenes y sindicalistas del ala progresista de los social-cristianos.

La labor de mercadeo político continuó cuando el mismo día García-Godoy Cáceres se entrevistó con algunos miembros del Congreso pertenecientes al Partido Revolucionario Dominicano presidido por el derrocado presidente Juan Bosch. El apoyo de aquel Partido a su candidatura era importante y debía trabajar para lograrlo. Asimismo tendría que lograr el desplazamiento de la  candidatura potencial de Silvestre Alba de Moya, único obstáculo que aparentaba estar en su camino.

Del lado del Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por Antonio Imbert Barreras, la candidatura de García-Godoy Cáceres no tenía tan buena acogida. Bunker tendría que emplearse a fondo para lograr la aceptación del candidato de los norteamericanos mientras preparaban una salida honorable para Imbert. Confiaban para esta misión en la influencia que ejercía sobre ese personaje el coronel Ralph Heywood, asesor naval norteamericano. En una de las ocasiones en que se le propuso a Imbert que renunciara para dar paso a un gobierno provisional, este incluso llegó a amenazar con suicidarse. El personaje insistía en que ellos eran el verdadero gobierno dominicano a pesar de que habían sido puestos allí por las tropas norteamericanas luego de ser derrotados en los combates a finales de abril. A pesar de la aparente oposición de Imbert, el contralmirante Francisco Rivera Caminero, Secretario de las Fuerzas Armadas del GRN se mostraba dispuesto a cooperar con las tropas de ocupación en la instalación del nuevo gobierno. Lo mismo decían los restantes miembros del gobierno colegiado creado y apoyado por Estados Unidos.

Este trabajo del ingeniero Hamlet Hermann forma parte de un libro que, en la actualidad, elabora en torno al gobierno provisional de Héctor García-Godoy Cáceres ejercido desde el 3 de septiembre de 1965 hasta el 1º de julio de 1966. En sucesivas publicaciones en HOY, Hermann irá dando a conocer los avances que, hasta el momento, haya logrado en esta tarea. Las fuentes documentales son, en su mayoría, inéditas y muchos de ellos provienen de los documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos, los cuales fueron mantenidos en secreto hasta el recién pasado año de 2005.

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