Una forma rápida y efectiva de detectar los graves males que nos azotan es echando un vistazo a los titulares de los diarios, tanto nacionales como internacionales.

Podemos recoger y luego organizar por tema esas informaciones destacadas un mismo día en los periódicos impresos y sus versiones electrónicas. Tan ilustrativo y alarmante resulta dicho ejercicio que decidimos compartir dicha experiencia con ustedes. Veamos lo que arrojó nuestro ensayo; ahí les va un primer titular: Un sacerdote, detenido por vender cocaína en la rectoría de un campus universitario en Illinois. “Washington. Un sacerdote católico de la Universidad de Illinois se enfrenta a una pena de 30 años de cárcel, tras ser detenido y acusado de vender cocaína en el campus, informaron hoy medios locales… Un informante de la policía reconoció, según cuenta The News-Gazette, que consumió cocaína con el sacerdote unas “40 ó 50 veces desde el año 2007”.

Segundo titular: Al compás de redoblantes expulsan a seis miembros de la FAD por narcotráfico y otros delitos. “Santo Domingo. Al compás de redoblantes, frente a sus compañeros de armas, seis miembros de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) fueron expulsados hoy acusados de cometer varios delitos, incluyendo narcotráfico, en una ceremonia donde el jefe de la entidad castrense, mayor general Carlos Rafael Altuna Tezanos advirtió que en esa institución no se encubrirá a militares que violen las normas y la disciplina interna de las Fuerzas Armadas”.

Tercer titular: DNCD dispone investigación sobre ingreso de drogas en aeropuerto de Puerto Plata. “El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) dispuso una minuciosa investigación para determinar cómo fueron embarcados 32 kilos 700 gramos de cocaína, distribuidos en 29 paquetes, por el Aeropuerto  de Punta Cana, alijo ocupado luego en la terminal de Puerto Plata”. Cuarto titular: Senador desliga hijo suyo de la masacre narcos en Paya, Baní.

“El senador por Barahona, Noé Sterling Vásquez, desligó ayer a su hijo de la matanza de Paya, Baní, hecho por el cual es investigado por las autoridades. Denunció que una banda de la Policía Nacional perseguía a su descendiente para matarlo, a fin de proteger a un mayor de la Marina de Guerra, de apellido Castillo, y a oficiales policiales que, según sostuvo, están involucrados en ése y otros casos de narcotráfico”. Contaba mi abuela que un niño se encontró con el diablo al cual reconoció por los enormes dientes de oro que llenaban su boca. Asustado, el menor huyó despavorido y no paró hasta llegar a una ermita donde moraba un anciano que descansaba en una mecedora.

Al narrar lo sucedido y para afianzar la identificación del demonio reiteró las características de la dentadura. El viejo abriendo la boca y mostrando unos gigantescos incisivos y caninos de oro le preguntó: ¿Acaso se parecían a estos? Si sacerdotes, policías, militares y agentes de DNCD están contaminados por flagelo del narcotráfico, ¿A dónde acudimos en busca de  auxilio cuando de drogas se trate?