De Gucci de pies a cabeza, fina, chic y serena con los pumps más altos y elegantemente lógicos: sin abejitas ni mensajitos de “Blind for Love”. O sea, ¡hija predilecta del Hada de las Plataformas!

De Gucci de pies a cabeza, fina, chic y serena con los pumps más altos y elegantemente lógicos: sin abejitas ni mensajitos de “Blind for Love”.  O sea, ¡hija predilecta del Hada de las Plataformas!

Era una lucha eterna con mami. Nada que envidiar a Jack Veneno y Relámpago Hernández. Mi argumento era que no tenia sentido sacrificar mi comodidad si de todas formas iba a ser un “chin” de gente “encaramá”en zapatos altos. Desde “tineyer” asumí que con mis 5’1, siempre iba a ser el equivalente a una Menina de Velásquez en estiletos. Nota: mi mamá es de las que hacía que sus 4 hijas caminaran en tacones en la casa, para “jollarlos”, palabrita santiaguera que asumo significa domar unos zapatos nuevos, y así no anduviéramos cayéndonos delante de la gente. Con el tiempo, al ver como estilizan la figura femenina, mi amor hacia los zapatos (sobre todo comprados en especial) se afianzó. En mi closet se dividen en bajitos, tacón medio para misa, chancleticas de ir al salón, los altos y los altos que solamente se usan si hay una garantía de “Valet Parking” y/o carrito de golf. Hasta hoy juraba que podía darle clases a la misma Marie Kondo, sobre “cómo organizar tus pisadas y no morir en el intento”. Pero vi a Ligia Bonetti en la misa de los 80 años del Grupo SID y mi mundo se tambalea. Nuestra protagonista llevaba un conjuntico de Gucci que parecería que el mismo Alessando Michele diseñó para ella, con los pumps más altos y elegantemente lógicos (sin abejitas, ni tigres con los dientazos afuera, ni culebras, ni mensajitos de “Blind for Love”) que la casa italiana ha lanzado. O sea, ¡hija predilecta del Hada de las Plataformas! Ligia, quien lleva el chic en su ADN, se desplaza con una seguridad en sí misma capaz de provocarle una depresión a la misma Kendall Jenner, con pisadas largas, piernas perfectas y la serenidad del que nunca se ha secado con rolos. Dear Naomi Campbell: todavía nos acordamos de tu participación en la pasarela de Vivienne Westwood, 1993, lo cual demuestra que al usar plataformas algunas se dan un “tire”, y otras un “etrallón”. Dejando de lado la moda, la Eucaristía de Acción de Gracias por los 80 años del Grupo SID, fue una solemne ceremonia, llena de unidad familiar y buenos deseos. Entre los asistentes el clan Bonetti y el clan Armenteros, todos muy bien puestos, Sarah De Moya y Patricia De Moya, María de Jesús Fernández de Schad, con un vestido que susurraba “no soy de fabricación masiva”, al igual que los de María Isabel Terán y Rosa Montes, quienes parecían escapadas del Vogue. A propósito de moda, me veo en la obligación de informarles que la carterita Triana, de Carolina Herrera, que Pippa Middleton uso para asistira Wimbledon hace apenas unos días, se ha convertido en objeto de culto. Mis dotes de pitonisa me indican que ese clutch podría estar disponible en la boutique CH de Blue Mall. (¡De nada!). Tampoco podemos dejar de mencionar la apertura de Zui Spa & Club at Jaragua, en el Renaissance Santo Domingo Jaragua Hotel & Casino, el cual promete convertirte en una criatura de rara belleza, de esas que emanan paz aún cuando un motorista se acerca mucho al vidrio de su carro. Para ahorrarles una visita a Wikipedia, Zui es la diosa creadora de la naturaleza en la cultura Precolombina Taína, y es la inspiración del concepto más dominicano y puro a base de aceites creados de raíces, hojas y flores endémicas de esta media isla. Bueno, ahora debo dejarlos. En mi closet me esperan unos tacones de vértigo que nunca he estrenado y de repente me urge practicar con ellos en casa…

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