De Haina para el mundo

De Haina para el mundo

David Ortiz

Cuando David Ortiz nació en Haina en 1975, pocos podían imaginarse que tan lejos iba a llegar el hijo de Américo Ortiz y Angela Arias.

Como toda familia dominicana y de escasos recursos, Ortiz atravesó las mil y unas para echar adelante.
Contrario a muchos peloteros, Ortiz no abandonó la escuela y se graduó de bachiller en la Escuela Secundaria Estudia Espaillat.

Su firma para el béisbol profesional se produjo en 1992, cuando el scout Pintacora de los Santos y los Marineros de Seattle le dieron su primera oportunidad de jugar como profesional.

Su tiempo con los Marineros fue básicamente de ligas menores e incluso en su época en Seattle solamente era reconocido como David Arias, algo común entre los peloteros dominicanos, cuyo apellido paterno es interpretado como segundo nombre por algunos en Estados Unidos.

Desde muy joven se veía su capacidad ofensiva en el plato pero Seattle lo cambió temprano, en 1996, a la organización de los Mellizos de Minnesota.

Su debut en Grandes Ligas se produce con los Mellizos en 1997, equipo que lo mantuvo en un constante sube y baja entre ese año y el 2002.

En esa primera temporada completa en Grandes Ligas, Ortiz presentó números verdaderamente interesantes y que demostraban lo que él era capaz de hacer.

Ortiz bateó .272, con 20 jonrones, 75 remolcadas y 32 dobles, además de un porcentaje de embasarse de .339.

Pero como ocasional primera base y mayormente designado, los Mellizos y su gerente general Terry Ryan decidieron despedirlo durante la temporada muerta… grave error.

Ese invierno, mientras jugaba pelota invernal con los Leones del Escogido, Ortiz conversó con el ya super estelar Pedro Martínez, quien hizo una llamada a la gerencia de los Medias Rojas de Boston para que contrataran al “gordito” dominicano que tenía un buen bate zurdo.

Luego de dos meses disputando un puesto como Jeremy Giambi, Ortiz dejó establecido que no había forma de que alguien le quitara la posición.

En ese 2003, Ortiz despachó 31 pelotas para la calle y remolcó 101 carreras, además de una presentación en postemporada mucho más que decorosa que terminó en la Serie de Campeonato ante los Yanquis de Nueva York.

El inicio de la leyenda. En el 2004, la confianza y las oportunidad llovieron a borbotones para Ortiz… y merecidamente.

Ortiz bateó para .301, con 41 cuadrangulares y 139 impulsadas, uniéndose a Manny Ramírez como una de las parejas ofensivas más temibles del negocio.

En los playoffs, Ortiz se puso la capa de super héroe y de qué manera.

En la primera ronda ante los Angelinos, Ortiz bateó un increíble .545, producto de seis hits en 11 turnos al bate y sacó una pelota del parque, con cuatro remolcadas.

En la Serie de Campeonato, sin embargo, David dejó de ser Ortiz y comenzó a llamarse Big Papi.
Luego que los Medias Rojas cayeron debajo 0-3 ante su némesis, Yanquis de Nueva York, Ortiz comandó la tropa a lugares nunca antes alcanzados.

Bateó para .387, disparó tres cuadrangulares e impulsó 11 vueltas, registrando un porcentaje de embasarse de .457 y coronándose Jugador Más Valioso de esa fase de la campaña.

En la Serie Mundial se dejó sentir ante los Cardenales de San Luis, nuevamente bateando por encima de .300 (.307), con un jonrón y cuatro remolcadas ante los Cardenales de San Luis, ayudando a los Medias Rojas a romper una sequía de 86 años sin corona.

Ortiz comenzó a ser una de las figuras más queridas en la ciudad de Boston y junto a Pedro Martínez y Manny Ramírez, uno de los más respetados en todo el estado de Massachussetts.

Haciendo historia. Tras dos años de poco brillo en la postemporada, aunque con temporadas gloriosas en lo individual para Ortiz (2005-.300-47-148) y (2006-.287-54-137), Ortiz llevó de vuelta a los Medias Rojas a la postemporada en el 2007.

En la vuelta regular, Ortiz quemó la Liga Americana y al batear para .332, con 35 jonrones y 117 remolcadas, terminó cuarto en las votaciones para el premio al Jugador Más Valioso del joven circuito.
En los playoffs, volvió a encenderse como un tizón.

En la Serie de División, ante los Angelinos de Los Angeles, Ortiz bateó para .714, con dos vuelacercas y tres remolcadas.

Frente a los Indios de Cleveland las cosas se nivelaron un poco, pero aun así logró dejarse sentir, bateando para .292, con un jonrón y tres remolcadas.

En la Serie Mundial, contra los Rockies de Colorado, el dominicano mejor conocido como Big Papi, no sacó la bola del parque, pero aun así bateó para .333 y remolcó cuatro carreras.

Boston duró casi 100 años sin ganar un campeonato, y en menos de cuarto, el muchacho de Haina llamado David Ortiz había sido protagonista en dos anillos.

La corona del 2013. Ortiz continuó su producción ofensiva elevada en los años siguientes, promediando 27 vuelacercas en los próximos cinco años.

En el 2013, volvió a batear .309, con 30 jonrones y 103 remolcadas, guiando a los Medias Rojas a la postemporada. Ante Tampa Bay, en la Serie de División, bateó para .385, con dos cuadrangulares y tres remolcadas.

En la Serie de Campeonato se tomó un “break” con un pequeño slump de .091.
Pero en la Serie Mundial, excedió los límites y bateó para .688, con dos jonrones y seis empujadas para ganar el premio al Jugador Más Valioso de esa fase.

Con tres anillos de campeón y al llegar anoche a 500 cuadrangulares, se unió a Babe Ruth, Mickey Mantle y Reggie Jackson como los únicos jugadores en la historia en lograr ambas proezas.

El quinto de RD. Ortiz se unió a Alex Rodríguez (684), Sammy Sosa (609), Albert Pujols (555), Manny Ramírez (555).

Un hombre ejemplar. Además de su trabajo dentro del terreno, Ortiz se ha destacado por la labor altruista que realiza a través de su fundación caritativa.

Ortiz dirige un fondo para recaudar fondos para operar niños con problemas cardíacos, tanto en la República Dominicana como en Estados Unidos.

A través de los años, decenas y decenas de niños han podido ser operados de enfermedades cardíacas y les ha dado la oportunidad de sonreír nuevamente junto a sus familiares.

Hoy la República Dominicana y el mundo en sentido general celebra la llegada de David Ortiz a los 500 cuadrangulares en su carrera en el béisbol de Grandes Ligas.

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