De isletas y de parques erigidos

De isletas y de parques erigidos

LEONEL RODRÍGUEZ UREÑA
Pertinentes son en cuanto a la sustitución de árboles los cambios que en las isletas de varias calles de la ciudad se han ejecutado regenteados por la administración del buen síndico Roberto Salcedo; y ni decir de los erigidos parques con el remozamiento y adecuación de espacios para el esparcimiento de niños, y descanso del cuerpo y del espíritu de los mayores; se ven bellísimos y funcionales, llenando ambos el cometido desde la visualización que los originó: acabar la acción destructiva de las raíces de árboles depredadores rompedores de calzadas y pavimentos, y la de proporcionar lugares muy bien habilitados para que los menores se diviertan, con la potestad de que los adultos pueden disfrutarlos, calmando preocupaciones.

Empero, no se ha tomado en cuenta que la impermealización con hormigón de esos espacios incrementa la cantidad de agua a evacuar cuando se producen las lluvias, y que concomitantemente la disminución por consiguiente de áreas permeables incrementa el calor ambiental. Cabe pues referirse a que la cantidad de agua (en litros por segundo, es decir el caudal) que acumulada pasa por un sitio (un punto), es igual al área que se tiene que desaguar (cantidad de metros cuadrados que la lluvia abarca) multiplicada por el porcentaje de impermeabilización (llamado igual porcentaje de escorrentía) de la zona donde el agua cae, multiplicado a su vez por la cantidad de lluvia (en milímetros por hora) de los aguaceros que dan origen al agua que corre por la superficie, todo dividido por 3600, (que es la cantidad de segundos que tiene una hora). Como pueden ver, la cantidad de agua que se tiene, y que hay que desaguar para que no haya inundaciones, será mayor cuanto más alto sea el valor del porcentaje de impermeabilización, o sea mientras menos se retenga el agua que cae. Para tener una idea de cómo aumenta la cantidad de agua como consecuencia de haber impermeabilizado, les vamos a recordar que para áreas tal las calzadas y el asfalto, el valor del porcentaje de impermeabilización o escorrentía (un coeficiente) que aparece como multiplicador es respectivamente 0.83 y 0.88, mientras que el valor de la impermeabilización en jardines y áreas verdes es en promedio de 0.15 (que puede bajar hasta 0.05 dependiendo de su permeabilidad, esto es de la cantidad de agua que puede colar), de manera que un área impermeabilizada estará aportando unas cinco veces más agua (que una área que retenga el agua), pudiendo llegar a unas dieciséis veces más.

Los aguaceros intensos se producen en corto tiempo, y cuando desde ese punto de vista se determina la escorrentía (porcentaje o coeficiente de imperabilización) se comprueba igual el incremento de agua a desaguar cuando se trata de áreas impermeabilizadas. Entonces cuando se coloca concreto en una isleta o un parque, para su área, se está provocando que la cantidad de agua a desaguar sea mucho mayor, y al no contar con el alcantarillado pluvial adecuado, se depende de las condiciones topográficas y naturales de desagüe para que no halla inundación.

Además, el aumento de temperatura que produce el Sol en áreas impermeables incrementa la temperatura ambiental; se ha coloreado el concreto, y aún sin color causa deslumbramiento (ofusa la vista). Es en consecuencia mejor preservar y proyectar soluciones con áreas verdes, pues la vegetación absorbe la radiación solar, y bajar la temperatura de las superficies refresca el aire circundante debido a la transpiración del vapor de agua; y encementar solo accesos con ligeras pendientes que les viertan el agua; la inclinación vale igual para las áreas hacia franjas de área verde. Así los árboles plantados reciben más el agua que necesitan.

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