[b]Señor director:[/b]

Ruego a usted publicar la carta anexa, que dirigí al presidente electo Leonel Fernández:

«Nuestra amistad se consolidó durante la serie de conferencias sobre el Medio Oriente dictadas en el recinto de la Fundación Global Democracia y Desarrollo que usted preside. Esta amistad ha permanecido incólume, alejada de las pasiones políticas.

«Sus tarjetas navideñas y las cartas que nos hemos cursado las guardo con esmero, parecen resistir el paso del tiempo. No se busca el amigo para matar las horas con él, se busca para vivir las horas.

«Los temas tratados en su fundación sobre el Medio Oriente, temas que apasionan mi vida, unido a lo fascinante de su elocuencia, condujo a un mayor acercamiento con su institución, la cual es hoy una de las tribunas más altas, exponente de la cultura nacional.

«Dilecto amigo, en nuestros asiduos encuentros nos hemos obsequiado elogios. En la sinceridad de nuestra amistad hemos conocido el flujo y el reflujo de nuestra marea.

«Traté por todos los medios, a través de mis relaciones, de apartar el tema de la fundación del debate político. Fue en vano. Se mantuvo impenitentemente una campaña soez en su contra.

«He sido y seré donante permanente de obras literarias para su fundación, por entender que es un patrimonio de todos los dominicanos. Si de algo me culpo es de no haberle podido donar en el presente la colección completa de los volúmenes existentes en mi biblioteca.

«Con esta misiva, cumple con un deber ciudadano que necesariamente tiene que ser imparcial. La generosidad de usted y de Margarita con mi persona son un estímulo que se agradece con el corazón en las manos».

Atentamente,

Doctor Jorge Yeara Nasser