Dios me ha dado la dicha de conocer a mucha gente buena y por mucho tiempo. Amigos que se han convertido en hermanos. Muchos de ellos sacerdotes. Esos, quienes como pastores dedican la vida a cuidar a sus ovejas. Entregando su existencia a una causa común. Haciendo sacrificios que solo Dios sabe. Entre ellos he conocido a obispos y arzobispos. Con cualidades increíblemente humanas y sencillas. Uno de ellos es el arzobispo amigo e increíblemente sencillo y humilde Francisco Ozoria, quien acaba de cumplir 25 años entregado a la causa de Dios.

Podría escribir muchas cosas sobre su extraordinaria trayectoria y sus grandes dotes como ser humano, pero en esta entrega reproduciré trozos de lo que expresaron sobre él dos papas, Juan Pablo II y el papa Francisco.

Dijo el papa Juan Pablo II: “Al amado hijo Francisco Ozoria Acosta, sacerdote de la Diócesis de San Francisco de Macorís y hasta ahora Vicario Episcopal para la Pastoral destinado al oficio de obispo de la nueva Comunidad de San Pedro de Macorís, saludo y Bendición Apostólica.

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En cumplimiento de nuestra misión de proclamar el Evangelio a todos los cristianos que pueblan la querida tierra dominicana, nos preocupamos de las necesidades pastorales del rebaño de la nueva Diócesis de San Pedro de Macorís, creada en este mismo día mediante nuestra Bula “Veritatis Lucem”, y le queremos proporcionar su primer pastor. Oído por consiguiente el parecer de la Congregación para los Obispos en plenitud de nuestra Potestad Apostólica, a ti, amado hijo, adornado de tantas cualidades pastorales y admirado por tu gran capacidad apostólica, te constituimos en obispo de San Pedro de Macorís”.

Años más tarde, el actual papa Francisco escribió: “Al venerable hermano Francisco Ozoria Acosta, hasta ahora obispo de San Pedro de Macorís, arzobispo electo de la comunidad eclesial de Santo Domingo, salud y Bendición Apostólica.

Formando parte del más alto consejo de la iglesia, y de la plenitud de la potestad apostólica por suma benignidad de nuestro Redentor, con mucho gusto prevemos el ministerio pastoral a todas las sedes episcopales, sembrando el bien, regando en el campo de la iglesia, de acuerdo a las necesidades de los lugares y de los tiempos, de manera que no sufra menoscabo el crecimiento espiritual de los fieles cristianos y sea promovido lo más ampliamente posible la salud de las almas.

En nuestro esfuerzo de velar continuamente por la conservación de la grey del Señor, dirigimos nuestra atención sobre las necesidades de la grey de Santo Domingo, la cual espera al nuevo pastor consagrado como guía de la vida diocesana”.

Más adelante expresa el Papa Francisco: “Después de haber oído el parecer de la Congregación para los Obispos, y por la plenitud de nuestra autoridad apostólica, te nombramos con alegría Arzobispo de la Iglesia Metropolitana de Santo Domingo”.

Que Dios siga bendiciendo a todos los sacerdotes, pastores, obispos y arzobispos que guían sus ovejas. Especialmente a nuestro apreciado y querido Francisco Ozoria. Por su dedicación y entrega. Por su humildad0 y capacidad. En esta ocasión por sus 25 años entregado al sacerdocio. Felicidades apreciado Arzobispo. Católicos y cristianos te admiramos.