De La Barquita a Texas, no salen

De La Barquita a Texas, no salen

Mientras los vientos del poderoso huracán Ike comenzaban a golpear Galveston el viernes por la noche y amenazaban los rascacielos, puertos y refinerías de Houston, la cuarta ciudad de Estados Unidos, las autoridades informaron que decenas de miles de personas ignoraron las órdenes de evacuación y permanecieron en sus casas desafiando el peligro.

Un survey conducido por  Associated Press reveló que solo en tres condados de la zona de Houston unas 90,000 personas decidieron no salir, a pesar de las ominosas advertencias emitidas por  las autoridades meteorológicas.

El coordinador de emergencias del condado de Galveston   estima  que 80% de los residentes evacuó la zona. Esto dejó 11,000 residentes  que esperaban el impacto directo del masivo golpe de agua del Ike.

Eso era en Texas. En nuestro país, ya es costumbre que solo a punta de ametralladora la gente obedece las órdenes de evacuación en momentos de emergencia.

No pocas muertes se atribuyen a la renuencia de los residentes a abandonar zonas de peligro en momentos en que se predicen ciclones, inundaciones, derrumbes, erupciones volcánicas, oleajes anormales.

El principal alegato que esgrimen las personas para no dejar sus casas es el temor a que les sean saqueadas. Esto se vio hace unos meses en Los Angeles, California, cuando cientos de viviendas fueron amenazadas por los incendios forestales. También, como el caso de Houston, algunos que evacuaron la zona por el huracán Gustav, se encontraron con que no ocurrió nada y ahora no quieren salir. Argumentos todos parecidos a los de La Barquita, La Mesopotamia, Los Tres Brazos o el Bajo Yuna.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas