Fue una alocución diferente. Sin hacer galas de estridencias ni erudiciones, el presidente Danilo Medina hizo un repaso de lo que ha hecho en los primeros seis meses de su gobierno y esbozó lo que continuará haciendo en áreas tan fundamentales como la educación, la salud, la energía eléctrica y la agropecuaria. Nada de eso, sin embargo, habría sido suficiente para nosotros de no haber tocado un tema fundamental: el de la revisión del contrato de la Barrick Gold, una solicitud reiterada en reiteradas ocasiones por diversos sectores nacionales.

  Nueva vez, como ya lo hizo con el 4% y Bahía de las Águilas, Danilo se pone del lado de la ciudadanía. Aunque sabemos que eso no será  fácil, dado el tema jurídico, es un alivio saber que por fin tenemos a un presidente que escucha a la gente.

Si bien es cierto que el mandatario ha hecho algunas de las cosas que la gente le ha pedido, hay un punto que aún esperamos: que nos hable del déficit fiscal. ¿Cómo es posible que, a estas alturas, no sepamos qué fue exactamente lo que recibió Danilo Medina de manos de Leonel Fernández? ¿Se irá del Estado sin darnos explicaciones acerca de ello? ¿Pesará más lo político, es decir, que Fernández sea el presidente de su partido?

Danilo ha insistido en que tiene su propio librito para gobernar. Parece que sí. Aún, sin embargo, esperamos que destierre a mucha gente (algo que podría hacer en el curso de este miércoles) y que haga algo en torno a las tantas denuncias de corrupción. ¿Cómo creer que lo hará distinto cuando se sigue rodeando de fantasmas? El dijo que hablará con los hechos. Ojalá que por fin lo haga.