De la Mano de Jesús

De la Mano de Jesús

En los tiempos de las ciudades-estados de la antigua Grecia, el lugar de donde un hombre procedía, determinaba la valía del ciudadano, si procedía de Atenas, la primera ciudad griega, la valía se acrecentaba. 

Hoy en día la valía de un individuo se mide por el tamaño de sus bolsillos.  Ya ni siquiera por los apellidos que antes se honraban, desafortunadamente muchos han deshonrado el valor y la dignidad de las familias dejándose llevar por el valor del dinero y no solo han deshonrado a sus familias, sino han irrespetado y robado a todo un pueblo.

Entonces ¿Dónde esta el valor del ser humano? Indudablemente que no viene de el lugar de donde procede, ni del apellido que hereda, ni del dinero que tiene…Viene de la calidad de su carácter, de los frutos de su cosecha. Estos hombres tienen la suficiente estamina espiritual para reconocer los verdaderos valores de la vida.

La historia esta llena de hombres desconocidos de orígenes humildes, pero con ideales y propósitos grandes y si a esto se le agrega el ingrediente primordial de la fe en Dios, llegaran donde se proponen siempre respaldados con la fortaleza y la seguridad del que cuenta con El en cada uno de sus pasos.

Un ejemplo de esta concordancia son los científicos del pasado y del presente, creyentes en Dios, que hicieron grandes contribuciones a la humanidad. Hombres como Isaac Newton, Leonardo Da Vincí, Albert Einstein y muchos mas y que por ser un tema tan interesante y hermoso, trataremos de  profundizar en próximas entregas.

Y meditando sobre el verdadero valor de los hombres recordamos la hermosa historia de amor de los padres de Mathew Henry, el famoso comentarista de la Biblia.  El padre de Mathew Henry era muy pobre. Su única riqueza era su ministerio del cual se sentía muy orgulloso. El padre de su madre se opuso tenazmente a los amores.  Un día le dijo: -Fíjate bien. Aunque sea un perfecto

 Caballero, un catedrático ilustre y un predicador excelente, es un extraño entre nosotros. Ni siquiera sabemos de donde viene-.  Ella le respondió con aquella visión y sabiduría que heredo su famoso hijo:   -Muy cierto,  no sabemos de donde viene, pero si sabemos a donde va y yo quiero ir con el-.

Verdaderamente en la vida no debería importar demasiado quienes somos ni de donde vinimos sino hacia donde nos dirigimos y quien es Aquel que va a nuestro lado.  Pedimos al Padre Celestial, en el bendito nombre de Jesús, que sea luz, dirección y sostén en nuestro continuo caminar para seguir adelante con la mirada  puesta en ti amado Padre. Te damos Gracias porque nos escuchaste y siempre estas con nosotros.

“Una cosa hago: olvidándome ciertamente de lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta delante prosigo a la meta”  (Filipenses 3:13-14 

Paz a todos.

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