«ES» llega a su edición numero 440, cada vez mejor.  Este «Álbum de la Familia Dominicana», como muy bien se define,  tiene un contenido enriquecedor, alegre, agradable y profundo para las almas sensibles, comenzando con  el Editorial de Maribel, que siempre resulta en una amena, realista y optimista meditación de la vida misma y siguiendo con un derroche de lindas fotos que reflejan la bulliciosa vida social de esta hermosa isla bendecida por Dios.

Y como siempre, buscan mostrar lo mejor de este pueblo y sus  logros, ¡Qué hermosa idea de celebrar la edición numero 440 de «ES» con Juan Luis y 4-40!

Hablar de Juan Luis y todo el grupo especial que le acompaña, es llenarse del amor de Dios, es llenarse de regocijo y agradecimiento al Padre, por enviarnos personas llenas de su gracia y obedientes a su Palabra. Es en realidad y sin exagerar, una gran bendición para la Republica Dominicana que estos artistas lleven con su música y su ejemplo el amor de Jesús  a cada corazón, el evangelio a través  de las palabras, de la alegría que siembran en cada lugar que visitan.

Ha sido un gran privilegio y enseñanza para nosotros el recibir en la Iglesia «Mas que Vencedores», la morada de Juan Luis y 4-40,  la predica clara y amorosa de Mama Sara, que nos ha iluminado a un amor a Dios y a Jesús,  libre, basado en la Palabra poderosa y cristalina de nuestro Padre en el cielo, respetando las religiones y llegando al entendimiento de que lo más importante es la relación con tu Dios, con Jesús, nuestro amigo verdadero, nuestro Señor y Salvador.

Es profunda y hermosa esta relación que nos hace tomarnos “De la Mano de Jesús” y ver con claridad que con sus ejemplos y su inmenso amor es que logramos una vida de esperanza, fortaleza y seguridad, porque su palabra es clara y sencilla, mostrándonos que si vivimos en amor, todo lo vamos a lograr y a vivir el cielo en la tierra.

Aprendiendo a reconocer a Dios en todos los seres y en todas las cosas, entonces no nos importará que se llame hindú o budista o mahometano, ni que sea inglés, o ruso o chino. Los que están al lado del Señor saben que todos debemos amarnos sin distinciones, con un amor profundo que derribe todos los convencionalismos, porque El nos enseñó a  amar  a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos y así, y solo así seremos capaces de lograr un mundo mejor. Si todos nos amáramos unos a los otros, nunca habría guerras, ni desacuerdos, ni abusos ni nada negativo, porque el amor todo lo puede, todo lo perdona, todo lo da. 

Cuando Juan Luis le canta al Señor, hay una ternura tan profunda en su voz que se puede sentir su inmenso amor a Jesús y todos los que le acompañan tienen el mismo sentir. Hay entre ellos una gran fuerza espiritual y son verdaderos soldados de Cristo.

Damos Gracias a Dios por Juan Luis y por todos los que le acompañan,

por ser un evangelio vivo, saturado de unción y gracia divina.

Que El Señor derrame lluvia de bendiciones sobre Juan Luis y 440, sobre todos los que escuchen su música, sobre todo este pueblo sencillo y bueno, y sobre el mundo entero para que tengamos un mejor futuro y aprendamos que en el amor esta la paz.

Tomémonos todos de la mano de Jesús y sigamos su ejemplo y nunca olvidemos que cada uno de nosotros hace la diferencia.

«Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en El,  para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Romanos 15:13    

PAZ A TODOS