Hemos recibido muchos correos electrónicos de ciudadanos que frustrados, hablan con indignación y angustia de la corrupción que mina a nuestra sociedad, de la falta de seguridad, donde cada día esta el peligro acechando a las familias dominicanas en una Patria donde el Escudo declara DIOS, PATRIA Y LIBERTAD y con tristeza preguntan:
¿Dónde esta Dios? ¿Dónde está ese Jesús del que usted habla que nos lleva de la mano? Un padre de familia numerosa nos señala con indignación: Todos los días podemos encontrar en nuestra prensa local y en los programas de investigación de valientes mujeres periodistas, noticias que nos ofenden, nos incomodan y nos llenan de vergüenza ajena. Y ¿Qué es lo peor? Que muchas, muchísimas veces se quedan en denuncias, que a pesar de estar sustentadas por pruebas y hechos irrefutables, permanecen transparentes a la justicia de los hombres y yo le digo, querido amigo; NUNCA se escaparán a la justicia DIVINA.
Hemos estado pensando profundamente en estas quejas que traen angustia y falta de fe, pero podemos decir con toda seguridad, que Jesús, ¡SÍ esta con nosotros! Está con quien le llama; está con el que le abre su corazón y le pide protección y ayuda. Porque Jesús habita en cada ser que lo imita y vive en amor y en perdón. Él hace las cargas mas ligeras y nos da el gozo de su presencia en nuestras vidas y la seguridad de que sí hay Justicia Divina. No recuerdo donde escuchamos estas benditas afirmaciones pero las tengo escritas en las notas de mi Biblia y las comparto con ustedes con amor y verdad: ¡Cristo está vivo! ¡Es real! A pesar de la pobreza que hay, tenemos al Dios Todopoderoso, que puede convertir el desierto en tierra fértil, como ha hecho en Israel. Lo puede hacer Dios, no ningún político ni gobernante. Cristo bendice, asiste y sana.
Y tenemos el ejemplo en el día a día del pueblo dominicano, porque a pesar de toda la crisis económica, de todas las injusticias y los muchos deberes y los pocos derechos, este bendito pueblo sigue saliendo hacia adelante con alegría. Nadie se muere de hambre porque hasta el más humilde vecino, tiende la mano al que no tiene y esto es una de las bendiciones más hermosas que la República Dominicana tiene como pueblo: gente buena y gente con fe.
Ya hemos tenido muestras palpables de que se ha hecho justicia en muchos, que en sus grandezas abusaron de su poder y hoy cumplen condena según la justicia de los hombres.Y podrán tener dinero y bienes materiales, pero eso no podrán llevárselo en su viaje final. Sólo podrán llevarse su vergüenza y la indignidad que crearon sus actos. Ya hemos visto y seguiremos viendo, la mano del Señor, según su promesa, en el Salmo 37
1 No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán.
3 Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
4 Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
10 Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí.
11 Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.
12 Maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes.
13 El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco, para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder.
15 Su espada entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado.
16 Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados; más el que sostiene a los justos es Jehová.
18 Conoce Jehová los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre.
19 No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados.
20 Más los impíos perecerán, y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros serán consumidos; se disiparán como el humo.
21 El impío toma prestado, y no paga; más el justo tiene misericordia, y da.
22 Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos.
23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino.
24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.
25 Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.
26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su descendencia es para bendición.
27 Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.
28 Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; más la descendencia de los impíos será destruida.
29 Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella.
30 La boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia.
31 La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán.
32 Acecha el impío al justo, y procura matarlo.
33 Jehová no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando le juzgaren.
34 Espera en Jehová, y guarda su camino, y él te exaltará para heredar la tierra; cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
35 Vi yo al impío sumamente enaltecido, y que se extendía como laurel verde.
36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; lo busqué, y no fue hallado.
37 Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la posteridad de los impíos será extinguida.
39 Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
40 Jehová los ayudará y los librará; los libertará de los impíos, y los salvará, por cuanto en él esperaron.
¿Quién puede no sentirse seguro con las promesas del Señor? No importa lo que veamos, porque lo que no se ve es lo que viene de Dios. Llegarán los días donde la justicia Divina se haga cargo y tendremos paz y justicia, y el amor reinará sobre todas las cosas y de este mundo solo quedará la miseria humana que no supo llenar su vida con las enseñanzas de Jesús. No seas tú uno de ellos, entrégate a Jesús y hazlo el Señor de tu vida y tu y tu familia serán salvos en el espíritu y la Gracia de Dios.
Paz a todos