De la mano de Jesús
Vivir en amor

De la mano de Jesús<BR>Vivir en amor

En estos días, que celebramos un día especial dedicado al amor, le hablaba a mis niños sobre el amor, el verdadero amor. Y me sorprende la pregunta de una graciosa jovencita que me escuchaba. “¿Cuál es el amor verdadero?” Le contesto que definitivamente el amor es más que “ estar enamorada”. Trato de explicarles que el amor es pensar en los demás y nunca hacer algo que no te gustaría que te hicieran a ti. Es cuidar a tus perritos, amar a tu maestra, aunque te haga trabajar mucho. Es querer mucho a tus hermanitos, aunque a veces te molesten, y mucho más en lo que deben reflexionar. La inteligente jovencita me mira sonriendo, y me dice: “Pues es bastante difícil el amor verdadero, pero voy a tratar porque me parece que la voy a pasar mejor.”

Y ¿es fácil? No, realmente no lo es. Hay muchas circunstancias diarias que nos afectan, que nos estresan y fácilmente “nos salimos del amor”… Por esta realidad, es que podemos estar seguros de que EL AMOR ES una decisión. La decisión de seguir el ejemplo de Jesús, la decisión de regocijarnos, permitiendo que la naturaleza crística que Dios nos regaló como herencia espiritual, se exprese en nosotros.

Somos amor, al SER amor, tenemos el conocimiento y la comprensión del amor de Dios en nosotros y actuamos y hablamos de manera amorosa en todo momento. La expresión del amor verdadero debe ser en todos los aspectos y circunstancias de nuestras vidas. Si tratamos de ser pacientes, amables, considerados, humildes, perdonadores, demostramos lo mucho que amamos a nuestra familia, a nuestros amigos y a todos con los que de alguna manera comparten nuestro entorno. No solamente en un día especial, sino todos los días.

¿Qué hacer cuando nos salimos del amor? ¿cuando nos alteramos o perdemos la paciencia? Porque esto es igual a perder la paz, porque “la paciencia es la ciencia de la paz”. Cuando se altera nuestro mundo por falta de amor, y tenemos el conocimiento y la comprensión del amor de Dios en nosotros, entonces nos daremos cuenta y pediremos disculpas, pediremos perdón por nuestra falta y cada día mas, trataremos de estar alertas a nuestros errores, a nuestras palabras, pediremos al Señor que ponga un centinela en nuestra boca y daremos gracias a  Dios porque a nuestro alrededor, nuestro ambiente cambia,  porque vemos nuestro mundo con los ojos del espíritu, viendo a los demás, como Dios nos ve y reconociendo la parte hermosa y buena en los corazones de todos.

Cada uno de nosotros hace la diferencia, si decidimos vivir en amor, estaremos aportando a nuestro alrededor armonía, felicidad, luz, paz y dondequiera que vayas, la gente estará contenta de verte a causa de tu actitud amorosa. Lo que quiera que hagas, lo harás con facilidad y éxito. Cualquier decisión que debas tomar, la tomarás con sabiduría, porque el amor de Dios abrirá tus fuentes internas de sabiduría y guía. Tu mente estará abierta y receptiva al amor de Dios.

Meditemos seriamente en la necesidad que tiene este mundo de AMOR para neutralizar el egoísmo, para cambiar nuestro entorno y aportar a la humanidad, que parece vivir en un caos, sin armonía, con duda y temor, a un mundo de fe donde el amor llene los corazones de los hombres y la esperanza y la paz brillen hasta en el ultimo rincón del planeta. Pidamos a nuestro Padre del cielo, en el nombre de Jesús, que nos de sabiduría y nos haga una expresión perfecta del amor de Dios, para que nuestra decisión de vivir en amor, nos cambie y nos permita ser faro luminoso que ilumine a todos los que nos rodean y así se expanda al mundo entero.

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Juan 13:35)

Los amo a todos, Dios les bendice.

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