De la polinización abierta a los transgénicos

De la polinización abierta a los transgénicos

Hace 28 años inicié el camino hacia la formación de una empresa,  era el momento de emprender con  concepto innovador  nuestros esfuerzos para desarrollarnos y para apoyar el impulso de la agricultura y la seguridad alimentaria de la nación iniciados con gran acierto  y  visión  en 1978.

Nuestras funciones en el Ministerio de Agricultura desde el 1974 hasta el 1984, nos  aportaron lo suficiente para combinar  lo académico  con la realidad  y lo práctico, para conocer  el país agropecuario:  sus agricultores  y  ganaderos, los agro empresarios, las políticas públicas implementadas  e identificar lo que era factible de realizar  y  a la vez sostenible.

Era  evidente  que en agronegocios, las semillas  no  tienen oponentes como insumo estratégico de la producción, por lo que no dudé en iniciar un negocio de representación, importación y distribución  de semillas y otros insumos  de uso agrícola.

En 1984 inicié  mi empresa  aportando al sector  una  gama de semillas seleccionadas  y algunas  híbridas, compartiendo este aporte con otras empresas importantes;   estas semillas  han ido sustituyendo las comunes de polinización abierta, que son variedades mejoradas  sin vigor híbrido. Hoy los híbridos  colman la totalidad de la superficie plantada  de unos cinco  millones de metros cuadrados de invernaderos produciendo pimientos, pepinos y tomates. Otras importantes  superficies de cultivos a cielo abierto producen apreciables volúmenes para el consumo interno y la exportación.

Sólo con semillas de alta calidad se pueden lograr los estándares que exigen los mercados internacionales y ser competitivos. No es necesario citar las calificaciones y juicios adversos que hace 20 años se vertían por doquier en contra de los materiales híbridos, siempre ha existido alguna resistencia a los cambios, pero la resistencia siempre deberá justificarse con argumentos basados en criterios técnicos, en experiencias  o dando a conocer perjuicios demostrables ocasionados por la implementación de esos cambios.

En semillas híbridas el fito mejorador trasfiere a las plantas  genes de líneas puras de la misma especie o aun de especies diferentes. En la transgénesis  o  transformación de plantas el mejorador transfiere  genes de una especie  a  otra especie no relacionada o de diferente familia,   a través de técnicas biotecnológicas (ingeniería genética) utilizando un vector, normalmente el plasmidio o fragmento de ADN.  Es  necesario conocer la ubicación de los genes para poder  “cortar”   el segmento de ADN (ácido desoxiribonucleico)  y transferirlo. 

Esto supone un previo conocimiento y mapeo del ADN de ambas especies.  La variedad mejorada resultante se denomina variedad transgénica o transformada, se conocen como Organismo Genéticamente Modificado. Esta técnica permite transferir genes que confieren  a las plantas altas resistencias a herbicidas y otros pesticidas, a enfermedades, plagas, sequía, alcanzar mayor rendimiento, calidad y mayor valor nutritivo del fruto. La transgénesis es la herramienta  que permite el Fito Mejorador  para alcanzar avances  en beneficio de la producción. No comercializo transgénicos, pero recomiendo no cerrar  puertas a esas semillas, es preferible analizar  e investigar.

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