Santo Domingo, (AP).- Julio Iglesias sacó por un momento de la moda a su amigo dominicano Oscar de la Renta para cantar a dúo en un concierto en Santo Domingo ante 10.000 personas.

«Ustedes no se lo imaginan, pero él es, desde Finlandia a China, el embajador más importante de la República Dominicana», dijo el cantante español la noche del jueves para presentar a de la Renta, con quien cantó en inglés «To All The Girls I Loved Before».

Previo a presentarlo como «la figura dominicana más ilustre del siglo XX», Iglesias bromeó diciéndole al público: «Sólo les pido que no lo aplaudan más que a mí».

De la Renta, de 77 años, es un ícono mundial como diseñador de moda y junto con Iglesias y el empresario dominicano Frank Raineri mantienen inversiones en la zona playera de Punta Cana, al este de la nación caribeña.

Otro de momento de gran euforia durante la velada fue cuando Iglesias invitó a subir al escenario a Fernando Villalona para interpretar juntos el tema «Quijote», que el veterano artista popularizó en balada y el dominicano a ritmo de merengue.

«No me puedo ir de la República Dominicana sin cantar con Fernando», comentó ante la algarabía de los presentes que siguieron escuchando sus palabras. «A mí me parece que Fernando y Juan Luis Guerra son unos maestros en la historia de la música de su país».

La presentación del artista de 66 años formó parte de una gira mundial con la que celebra sus 40 años en la música.

El sábado, el intérprete de «La carretera» ofrecerá un segundo concierto en la Gran Arena del Cibao, en Santiago, 155 kilómetros al norte de la capital dominicana.

Con traje y corbata de color negro y camisa blanca, Iglesias ofreció uno de sus conciertos más largos en los escenarios dominicanos, con un repertorio de 40 canciones y más de dos horas en tarima.

No faltaron canciones como «Hey», «El amor», «Me va», «Soy un truhán, soy un señor», «De niña a mujer», «La vida sigue igual» y «Me olvidé de vivir», además de otras en inglés, italiano y portugués.

Al igual que en otras ocasiones, el cantante besó en los labios a una de las integrantes del coro que le acompaña cuando interpretó a dúo «Can’t Help Falling in Love».

Aplausos y ovaciones fueron parte de las manifestaciones de cariño y admiración para el cantante de madre andaluza y padre gallego que dijo puede ser «dominicano en cualquier momento».

Iglesias pasa gran parte de su tiempo en su residencia de la zona playera de Punta Cana, 200 kilómetros al este de la capital dominicana, junto con su esposa, la holandesa Miranda Rinjsburger, y los hijos de ambos.

En el 2003 obtuvo una cédula de identidad dominicana en la categoría de extranjero residente.

Hace una semana recibió el Escudo Heráldico, la máxima distinción de la ciudad de Santo Domingo y que entrega la alcaldía.