SANTIAGO.- Cientos de personas rindieron culto a la Virgen de la Altagracia, en una misa en la que el arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio pidió orar por el pueblo haitiano, la comunión de esa solidaridad que ha sido bendecida por la gracia de la Virgen de la Altagracia e implorar por la no violencia hacia la mujer.
En su homilía, monseñor De la Rosa explicó que está completamente seguro de que la Virgen entregará toda su gracia y dará toda su protección a los hombres y mujeres haitianos.
Devoción de haitianos. En mi experiencia como obispo en Higüey, aprendí aquella veneración que le expresan a la Virgen los haitianos. Venían de todas partes a adorarla y eso me mostró a mí la grandiosidad de ese pueblo amante de la Madre de Dios, sostuvo.
De la Rosa y Carpio se pronunció también contra la violencia a la mujer, aquella en la que cientos de familias han quedado huérfanas por la pérdida de su madre, hermana, amiga.
A partir de hoy aquí en este santuario, vamos a escribir los nombres de esas mujeres que han muerto por la violencia, para que la Virgen de la Altagracia les dé paz, para que los corazones de los hombres se conmuevan y para que no haya un cuerpo de mujer mutilado por la violencia generada por una sociedad machista e insegura, manifestó.
Para tal acto, subrayó, las inscripciones de mujeres idas a destiempo, lo podrán hacer sus familias o la sociedad y estarán colocadas en las paredes de la iglesia, donde ya se pueden observar las tablas forradas de tela, donde se pondrán esos nombres, «aquí frente a la imagen de la Virgen, ella que es madre, que es mujer, estará intercediendo para que cada día menos hombres maten a nuestras mujeres», dijo el obispo.