De las favelas de Río… a La Ciénaga-Los Guandules: experiencia a repetir

De las favelas de Río… a La Ciénaga-Los Guandules: experiencia a repetir

El proyecto Favela-Barrio de Río (Brasil) fue una experiencia única que fue ejemplarizada por sus objetivos, sus logros y sobre todo por la metodología adoptada en ese proceso real de mejoramiento barrial de frente al Mundial y a los Juegos Olímpicos.
Se trató de humanizar la vida de las favelas como una manera de compensación social frente a los exorbitantes gastos incurridos en los megaproyectos deportivos. El arquitecto Jorge Jáuregui-hoy en el país- lideró el proyecto y lo justificaba así: “La política para las favelas, -del Plan General de 1993-, busca su integración con la ciudad regulada, mediante la protección legal de los residentes para que puedan quedarse en esas áreas y quiere elevar la calidad de los servicios hasta el nivel de los barrios que los rodean… está basado en una correcta participación de las comunidades y en el producto del trabajo colectivo ya realizado, reconocido y absorbido. Se preparan en forma de estudios, maquetas y láminas de colores que facilitan su presentación y comprensión por las comunidades… aprobados los borradores, se llevan a las comunidades para una posterior discusión y modificación en las asambleas generales y en las reuniones consultivas más pequeñas”.
En esos procesos lentos, sucesivos, radica la ejemplaridad y la excepcionalidad de la experiencia donde primó la reciprocidad, el entendimiento y el respeto, a la dignidad humana: eso exhibe Jorge Jáuregui en su carta de presentación. Por eso, lamentamos que en La Ciénaga-Los Guandules no pretenda repetir su experiencia en Río, al contrario, inició, divorciándose de esa experiencia, de su metodología, de esos largos procesos indispensables para un real mejoramiento barrial y urbano, desde la información, la consulta, la modificación, el consenso: inició sembrando ansiedad, precedido de una parafernalia mediática, como siempre, comenzando por lo mismo como siempre, vulnerabilidad-desalojo- una avenida (se añade un parque), amenaza rutinaria, de años: contrario a lo que se hizo en Favela-Barrio, pero como siempre en La Ciénaga-Los Guandules, otra vez, el mismo atropello. No se necesitaba para eso, a Jorge Jáuregui, aquí se forma para eso. En ese proyecto presentado un 27 de Febrero del 2017, el mejoramiento barrial era el pretexto, no es el proyecto básico, ni “la protección legal de sus habitantes para que puedan quedarse donde viven… basada en una correcta participación de la gente y en el producto del trabajo colectivo” son los objetivos de la intervención.
Hace más de 40 años que un sector de la sociedad anhela una vialidad norte-sur con una avenida, inútil, que nadie recorrerá pero que como el caballo de Troya, tendría efectos distorsionados con la integración y la convivencia. Señor Jáuregui ¿Porqué arriesgar su bien ganada fama con un sencillo proyecto de gentrificación que desalojara a 1,400 familias en la primera fase y 1000 más en la segunda? Proyecto que afectaría a poblaciones que necesitan de proyectos como Favela-Barrio, no más.

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