De lo mucho a lo  suficiente

De lo mucho a lo  suficiente

La necesidad de invertir más y mejor en educación está demostrada de diversas maneras. Una de las más decepcionantes demostraciones es la valoración que hacen organismos internacionales de la preparación que afecta a una proporción importante de nuestros estudiantes. Las universidades locales también constatan injustificables lagunas de conocimiento en muchos bachilleres de nuevo ingreso. Eso justificó la existencia del Colegio Universitario en la UASD.

Ahora, con el inicio del año escolar, se comprueban insuficiencias en materia de espacio físico. En escuelas de la provincia Santo Domingo se han quedado sin inscripción cientos de estudiantes por falta de aulas. En otras partes del país ha ocurrido algo similar. El Gobierno  cubre parte del déficit de aulas del sector público por medio del alquiler de locales, en especial colegios privados.

La baja  calidad de la enseñanza, que da como resultado una mala formación de recursos humanos,  y el déficit de infraestructura, conjugan  una evidente insuficiencia en  inversión  para la enseñanza   y eso más que justifica el reclamo de un 4% del PIB para ese renglón. Que se ha invertido mucho en equis tiempo es una realidad que nadie puede ocultar. Pero las carencias que prevalecen en el ámbito educativo demuestran que no se invierte lo suficiente.

Una buena iniciativa

Por fin a alguien del propio Congreso se le ha ocurrido promover una legislación que le ponga límites al derroche que representan las dos exoneraciones abiertas para importación de vehículos que se otorga a los legisladores. Un proyecto con ese propósito fue sometido ayer por el senador  Félix Nova Paulino, que  fijaría un tope de US$100,000 a las exoneraciones para evitar que el Estado pierda cientos de millones de pesos.

El proyecto también pretende un límite en el número de exoneraciones por período de gestión que se da a los legisladores. Sería una gran cosa si, además de estos topes, el proyecto pretendiera la prohibición de  la transferencia de la exoneración o el vehículo adquirido, o que su venta a un tercero obligue al pago de una proporción de los impuestos que les fueron exonerados al legislador. La iniciativa es un buen punto de partida para reducir estos privilegios excesivos.

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