De los buitres de Vicente a
los deficientes de Leonel

De los buitres de Vicente a<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2009/07/61B9842A-F64A-4D6F-9E6B-84E7109948BB.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=371><noscript><img
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Indudablemente los peledeístas más ortodoxos fueron forjados en la fragua rigurosa e intransigente de la lucha de clases, tal como el profesor Juan Bosch concibió su partido allá por la década del 70 del pasado siglo, cuando arrastró a decenas de jóvenes a servir al partido para servir al pueblo.

Esos residuos ideológicos de enfrentamiento a los tutumpotes, a la clase capitalista y opresora surge de vez en cuando en los ahora bien posicionados y aburguesados dirigentes del PLD gobernante, sin perder oportunidad para periódicamente arremeter en contra de quienes una vez fueron el objeto de sus ataques para su proyecto de liberación dominicana.

Por eso en los días 25 y 26 del mes pasado, vimos cómo 105 empresarios fueron bautizados como buitres que están a la espera de caerle encima al pastel de Refidomsa, como respuesta oficial a las protestas de un sector de los empresarios por la decisión gubernamental de venderle a Venezuela el 49% de las acciones de la Refinería.

Así mismo, en ese día 25 de junio, el jefe del Estado arremetió en contra de los 500 y tantos mil empleados de su administración, al declararse impotente para enfrentar la ineficacia y falta de ética de la mayoría de esa masa humana, enganchada una buena parte de ella en los pasados cinco años por ser simpatizantes del PLD.

Ambos recursos dialécticos, de dos importantes cuadros peledeístas, son parte de los resabios de dirigentes que se han visto aupados y cortejados por la rancia clase social a la cual debía combatir, y efectivamente se han aprovechado de ella para su proyecto hegemónico de decidir de cómo gobernar al país.

EI Jefe del Estado, al criticar la maquinaria humana que dirige, se coloca en la típica posición de anteriores gobernantes que se declaraban ciegos y sordos a la hora de juzgar las ineptitudes de sus colaboradores, que en su mayoría eran sus más fervientes simpatizantes. Es extraña esa confesión de imposibilidad de darle otro giro más honesto a la carcomida masa humana que recibe emolumentos oficiales. Se confirma un accionar que es típico de su forma de gobernar de dejar hacer. Se confiesa ante el país para liberarse de sus responsabilidades, rebelando su íntima convicción, forjada a base de un duro adoctrinamiento ideológico de años en el devenir de una juventud ansiosa de conocimientos. Lo menos malo es acusar a los políticos dominicanos de que no saben conceptualizar.

El resabio del ministro de Hacienda, tildando a los empresarios como buitres, es otra de las típicas salidas de los peledeístas más ortodoxos y radicales. Durante sus años de formación no soñaban llegar al poder 23 años después de haberse fundado el partido. Se confirma que la clase a la cual cortejan, y viven como ella, es la que les ocasiona más problemas. Incluso esa clase ha evitado llegar a un estado socialista más acorde con sus pensamientos y más ahora que en el continente americano se ha puesto de moda, un socialismo mesiánico que va destruyendo las economías y envolviendo a las masas pobres en un falso bienestar con apoyo a sus populares e idolatrados líderes.

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