“De mi padre prefiero heredar la vocación de procurar el bien ajeno”

“De mi padre  prefiero  heredar  la vocación de procurar el bien ajeno”

El pais.Entrevista a Doctor Luis Antonio Cruz Camacho.Hoy/Pablo Matos 4-8-2021

El doctor Luis Cruz Camacho, sigue los pasos solidarios de su padre Antonio Cruz Jiminián

La vocación médica no entiende números sino de personas. Y eso lo sabe muy bien el doctor Luis Cruz Camacho, hijo de Félix Antonio Cruz Jiminián, conocido como el médico de los pobres o médico del pueblo, quien le ha traspasado el legado solidario y la vocación de servir a los más pobres.

“Ver desde pequeño la pasión inmensa con la que mi padre ejerce su vocación y cómo ese amor lo impulsa cada día más a dar lo mejor de sí por los demás, me inspira a ofrecer siempre esa milla extra”.

El doctor Cruz Camacho, quien actualmente es el encargado de la clínica ‘Cruz Jiminián’, se formó en medicina en la Universidad Iberoamericana (UNIBE), posee varias especialidades: Gerencia en Servicios de Salud y Seguridad Social en la Universidad de la Tercera Edad (UTE), maestría en Auditoría de Salud, maestría en Salud Ambiental y maestría en Epidemiología.

Ser médico para él significa tener la dicha en tus manos de poder influenciar positivamente en la vida de las personas, a través de algo tan primordial para nosotros como es la salud.

“Saber que escogí una profesión cuyos conocimientos pueden ayudar a salvar o mejorar una vida, sencillamente no tiene precio”, dice el joven doctor.
“Él me ha demostrado que el mejor profesional no es el que tiene más títulos, sino el que trata a los demás con el mismo amor, respeto y atención cada día. Qué el trato que le brindemos a las personas a nuestro alrededor puede marcar una diferencia en sus vidas sin ni siquiera imaginárnoslo y justamente eso lo aplico cada día de mi vida, gracias a mi padre”.

Sí bien, hoy día la medicina se ha vuelto negocio el joven doctor, dice que prefiere seguir el ejemplo de su padre.
“Desde que tengo uso de razón, mi padre me ha inculcado que no podemos ser indiferentes al dolor ajeno y tanto la medicina cómo el trabajo comunitario son nuestros motores de vida. Por lo que siempre la labor social será prioridad en mi vida”, dice.

Trabajo social. Además trabajar en la clínica también está al frente de las labores sociales. Dice que es un privilegio poder aportar aunque sea un grano de arena en las vidas de las personas y justamente es en la parte que más desea seguir su padre, “me visualizo como él realmente más en la parte social. Me apasiona poder servir a los demás, suplir cualquier tipo de necesidad que esté a mi alcance y ofrecerles una mano amiga a todo aquel que lo necesite y es algo que él mismo me enseñado”.

El reto frente a la pandemia. Como es sabido por todos en la clínica Cruz Jiminián no se le niega un servicio de salud a nadie. Reciben todo tipo de pacientes y en el marco de la pandemia ha sido igual.
Explica el doctor Cruz Camacho, que ha sido un gran reto para ellos lograr darle respuestas a todos los enfermos.
“La covid-19 provocó que nuestros espacios estuvieran saturados, lo que nos preocupaba inmensamente porque no queríamos dejar de brindarle atención médica a esas personas que estaban siendo rechazadas por otros lugares y que al igual que los demás necesitaban asistencia”, dice.

Debido a esa misma necesidad, se vieron empujados a construir en la brevedad posible, un área especializada de covid-19 y una emergencia exclusiva, “ambas totalmente distanciadas de las demás áreas para así también resguardar la seguridad de nuestros pacientes con otro tipo de condiciones”, asegura.

Ayuda social. Además de ofrecer servicios de Salud también, junto a su padre realiza otras ayudas sociales, a través de la Fundación Cruz Jiminián.

“En cuánto a Cristo Rey, muchas personas se vieron afectadas al no poder salir de sus hogares a buscar el sustento para sus seres queridos, por lo que formamos una logística para salir a diario a ofrecer alimentos, medicamentos e incluso fumigar las calles de Cristo Rey y zonas aledañas”.