Donald Trump, el “boca dura”, derrotó a los boca blanda o “boca aguada”. ¿Cómo ha sido posible ese prodigio político? Logró derrotar o arrinconar a diez y siete aspirantes a la nominación presidencial por el Partido Republicano. Después de ganar la nominación, se intentó obstruir su participación en las elecciones. La iniciativa para descalificarlo provino de su propio partido. Sólo una enorme fuerza de voluntad “cuasi-fáustica” puede conseguir tales resultados. Entonces enfrentó a Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata, una mujer con gran experiencia política y administrativa, esposa de un veterano hombre de Estado, dos veces presidente de los Estados Unidos.
Quiere decir que ganó contra “los suyos” y contra los “adversarios formales”. Todo esto sin disponer de una estructura proselitista previa, ni la ayuda de “caucus” partidarios establecidos. El millonario y experto financiero George Soros dijo que aunque ganara los votos populares, no conseguiría los votos electorales requeridos para el triunfo. Ocurrió todo lo contrario. ¿Se trata de un fenómeno especial infrecuente, de lo que llama Nassim Taleb un cisne negro? Taleb escribió un libro titulado: “El cisne negro”; y subtitulado “El impacto de lo altamente improbable”. El triunfo de Trump y la muerte de Fidel Castro, son dos sucesos que provocan agrios comentarios antitéticos.
Un político dominicano, inteligente y joven, con experiencia en campañas electorales, me dijo: “contra lo que opinan muchos, creo que Donald Trump lo hizo todo “por el librito”. ¿Cuál librito? ¿El de la sabiduría política? ¿El de la astucia proselitista? Para formular “el estilo” de una campaña política, es necesario hacer una evaluación del contexto social donde tendrá lugar. Muchas de las creencias en las que se basan los criterios “políticamente correctos”, son productos de situaciones que ya han cambiado.
Debo aclarar que el dominicano con “experiencias electorales” que menciono, no es un conservador de extrema derecha. También es útil señalar que NassimTaleb establece dos cuadrantes para “la justicia social y para la dinámica de los acontecimientos”: Mediocristán y Extremistán. Nos dice que: “En Extremistán, las desigualdades son tales que una única observación puede influir de forma desproporcionada en el total”. El triunfo de Trump, la muerte de Fidel, invitan a revisar los cambios en el contexto social.