De muros y naufragios

De muros y naufragios

El gobierno mexicano ha levantado un muro en sus fronteras con Guatemala. El objetivo de esta muralla es que los inmigrantes guatemaltecos no entren a México. De este muro casi no se habla; los periódicos publican pocos comentarios acerca de su construcción y aún menos, fotografías. De lo que se habla mucho y se comenta más es del muro entre México y los Estados Unidos. La campaña política del candidato republicano Donald Trump, sus ataques contra los inmigrantes mexicanos en los EUA, han magnificado el muro que separa México de los EUA y empequeñecido el que divide a Guatemala de México. Trump ha insistido en que “su muro” contra los inmigrantes deben financiarlo los mexicanos.

Toda la campaña de Donald Trump ha sido “escandalosa” desde el punto de vista periodístico. Sus opiniones se han difundido con muy poco costo para él. Los medios de comunicación le han servido, gratuitamente, al querer “explotar noticiosamente” la extravagancia o el atrevimiento. Ejemplo: el caso de un muro que conviene a los norteamericanos, pero debe ser edificado y pagado por mexicanos. El muro norteamericano es el más conocido de todos los muros contra emigrantes. El único que puede competir en celebridad es el muro de Melilla, lleno de púas, alambradas adicionales y otros obstáculos, para magrebíes que intenten emigrar a Europa ilegalmente.
Muros nuevos tenemos hoy en Europa del Este; y además, mil naufragios en las costas de Grecia y de Italia. El problema de los emigrantes amenaza la estabilidad de la Unión Monetaria Europea. La señora Ángela Merkel, canciller de Alemania, ha recibido fuertes presiones de sus aliados políticos en Baviera, a fin de que “endurezca” su política en lo que atañe a inmigrantes extranjeros. El mundo entero está afectado por un flujo migratorio creciente.
Los naufragios del Mediterráneo, las “clarinadas” de Trump, finalmente, han llevado a los gobiernos a regular el ingreso de inmigrantes. Los organismos internacionales, como es de rigor, ponen en primer lugar los derechos humanos, las “necesidades perentorias”, como ocurre en caso de inundación o terremoto. Pero en todas partes, de modo espontáneo, surge la xenofobia, el rechazo al exceso de extranjeros ¿Cuantos haitianos puede recibir la República Dominicana sin provocar una guerra civil?

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